¡Si lo sé, no vengo!

La historia ambientada en un encantador pueblo pequeño, donde cada esquina y cada rostro son ecos de un pasado que aún vive en el presente. Esta segunda parte nos abre las puertas a la vida de Sara, la mejor amiga de Esther, historia que no puede contarse sin antes conocer la historia del primer libro.

La trama se desarrolla con una ternura que solo desprenden esos lugares donde los abuelos son la esencia de la familia y el pueblo se convierte en un personaje más. Sara, decidida a dejar atrás los fantasmas de una relación fallida, vuelve al hogar heredado de su abuela. Allí hay recuerdos de infancia y lazos que siguen latentes, se encuentra con sus viejos amigos con los que compartió sus primeras aventuras y desventuras, y también con ese primer amor de la adolescencia, el que te deja huella.

La autora nos guía por una descripción muy vívida del pueblo que es imposible no sentirse como si estuviera ahí, imaginando cada calle y cada historia que se ha tejido en ellas. Es un relato que te hará suspirar y tiene esa nostalgia por esos días de conexión profunda con nuestras raíces.

Sara, en su viaje por olvidarse de todo, no solo enfrenta sus inseguridades sino que también se volverá a enamorar. ¿Será con Alan, el príncipe tatuador, o con Óscar, el apuesto alcalde? La respuesta se encuentra entre las páginas de esta historia entrañable que promete más que un final feliz: una reflexión sobre la vida y las elecciones que tomamos. Si quieres saber más tendrás que leer esta historia.

Es una lectura rápida pero intensa, llena de emociones. A mí me ha dejado mariposas en el corazón (ya se que es en el estómago, pero a mí me las ha dejado en el corazón), eres una historia que emociona mucho.

La dinámica entre Sara y Esther es un reflejo de esas amistades incondicionales, de que si hay que enterrar un cuerpo durmiente se presentan en tu casa con una pala sin hacer preguntas. Es más que un libro, es un espejo de la vida, de esos amigos que todos deberíamos tener para ser un poco más felices. Para conocer el desenlace de esta historia, no tienes más opción que adentrarte en sus páginas y dejarte envolver por la magia de un pueblo que podría ser el de cualquiera de nosotros.

Opinión personal.

En esta novela, la autora nos lleva al pueblo de su abuela, donde Sara, va a pasar unos días.

Ya la conocíamos de la primera noveleta de la autora, #nopuedocontigo, donde junto a Esther montaban una tienda.

Quizás aquí se muestre más la autora, es una novela introspectiva.

Pero no creáis que va a tener una estancia tranquila… ni mucho menos jajaja.

Momentos alegres, tristes, de risa, de reencontrarse con su pasado, donde hay cabida el amor, la amistad, y quizás un nuevo futuro.

Todos sabemos que cuando llegas a un pueblo salen las vecinas, para saber quién eres, ahí demuestra la cercanía de la gente del pueblo, o por cotillas ja, ja, ja, que también habrá algun@, pero sobre todo ayudan.

Se reencontrará con viejos amigos, el palacio, que ahora es el ayuntamiento... Todo ha cambiado, menos ellos.

Una tienda de tatuajes hará que su corazón palpite.

Historia tierna, de segundas oportunidades.

Me la leí encandilada, y queriendo saber más a cada página que pasaba.