Deshacelo con palabras, acabalo en un punto y garchátelo entre comas. Así sin más. Sin más pena, sin más dolor, sin más de vos.
|
Deshacelo con palabras, acabalo en un punto y garchátelo entre comas. Así sin más. Sin más pena, sin más dolor, sin más de vos.
|
¿Estás cansada de que te cuestionen? Acostumbrate, porque todavía queda para rato. Que por qué volvías, que por qué no hablaste, que por qué dejaste que te cogieran. Olvidate, jamás van a aceptar lo que decís. Siempre te van a cuestionar. A vos, a tu palabra. Querida, poner bajo la lupa a un hombre siempre sale caro. Su hombría, su machismo, pesan más que tu integridad y la de las otras chicas. No tengas ninguna duda de que eso es así. Pero no te sientas especial. Les pasa a todas. A las que denuncian y a las que no, a las que guardan bajo llave su secreto y a las que lo gritan a los cuatro vientos. Mucho más si cuestionas a alguien con un arma. Su pistola pesa más que su pija y el tipo se cree Dios. Y serán muy pocos los que por vos respondan y muchos los que miren a un costado. Siempre es más fácil desoír que encarar, que hacerse cargo. Siempre es más fácil bajarse los pantalones y cogerse a una pendeja por la fuerza que ponérselos y pedir permiso. Así que no te calientes, que su hombría se derrumba cada vez que sentás el culo y escribís. Deshacelo con palabras, acabalo en un punto y garchátelo entre comas. Así sin más. Sin más pena, sin más dolor, sin más de vos.
+ Leer más |
eligieron mirar para otro lado
|
Siempre es más fácil desoír que encarar, que hacerse cargo.
|
¿Estás cansada de que te cuestionen? Acostúmbrate, porque todavía queda para rato. Que por qué volvías, que por qué no hablaste, que por qué dejaste que te cogieran. A vos, a tu palabra. Querida, poner bajo la lupa a un hombre siempre sale caro. Su hombría, su machismo, pesan más que tu integridad y la de las otras chicas. No tengas ninguna duda de que eso es así.
|
Hacer como si nada pasara es respaldarlo. Es ser complaciente con una bestia que fue capaz de domar a palos a su mujer y cogerse a su sobrina; es ser condescendiente con un tipo que cobró con cuerpo sus bondades; es aceptar y promover las brutalidades de un hombre que cree que puede tomar prestada la niñez de una mujer y destrozarla.
|
Para mí la gente no hace lo que puede, hace lo que quiere.
|
Callar siempre fue el peor castigo para ellas, para mí. Hablar libera y eso que todavía no desataron sus cadenas.
|
No sé cómo ni cuándo, pero pude cortar. Cortar con todo eso que como una ola inmensa y brava, me arrastraba hacia sus adentros pero nunca me devolvía. No existía una orilla. Se llevaba mi cuerpo, lo daba vueltas, lo despedazaba . Y no podía parar. No podía decir no. Mucho menos cuando no veía la ola. Cuando el peligro o, mejor dicho, el maltrato, era la única realidad que conocía. Sólo cuando caí en la cuenta de que era eso mi vida, corté. Y corté por eso: todo lo que perdí se volvió mi escudo.
|
todo lo que perdí se volvió mi escudo
|
Gregorio Samsa es un ...