El presagio de Horus: Legado

Por fin llega la esperada segunda entrega de lo que compondrá la trilogía de El presagio de Horus, escrita por la autora indie Beatriz G. López.


En esta segunda novela, nos encontramos con una historia más profunda y compleja de lo que fue la primera, con respuestas a la mayoría de los enigmas que nos pudimos plantear en el libro anterior y con una Calypso más madura y fuerte, con profundos valores que defender.


El presagio de Horus: Legado nos presenta el lado más humano de los supervivientes de los Raptos, su estilo de vida más allá de la huida de Ellos y de mantenerse ocultos.

Pero no es solo la vida comunitaria lo que oculta esta novela, sino esa necesidad humana de socializar, de sentirse parte de un grupo, de la familia más allá de la sangre y del sacrificio por aquellos a los que amas.


En cierto momento de la historia no he podido evitar encontrar cierto paralelismo entre Bella y Calypso, si bien ambas poseen unas personalidades muy diferentes, siendo Calypso una guerrera.


En esta novela se plantea también el dilema de cómo se puede amar (no necesariamente de manera romántica) a personas que han cambiado tu mundo, personas que han hecho que tu vida se desmorone y han causado una gran pérdida. A personas que en un principio no están relacionadas contigo, pero a las que aprendes a mirar más allá de su fachada. ¿Qué es correcto o incorrecto? ¿Hay ética en el amor?


En esta obra he llegado a conectar mucho más con los personajes, he vivido la historia con ellos y he sufrido y disfrutado en cada momento, como si formara parte de esta historia, con la impotencia que a veces causa al lector no poder intervenir.


Lo que más destaco en esta historia es la madurez que se va notando en la autora a medida que va publicando nuevas novelas (cada libro mejora al anterior y enriquece la historia). Ese riesgo que asume dejando que los personajes actúen libremente, sin importar si el lector va a disfrutar más con un final u otro. La gran transformación de Calypso a lo largo de toda la novela, y esos personajes tan complejos que ha logrado crear.


¿Lo que menos me ha gustado? Los momentos en los que me ha hecho sufrir a causa de las experiencias de los personajes. Pero esto no lo veo como algo negativo, ya que es el logro de que el lector empatice y quiera a los personajes que has creado, o incluso que llegue a detestar a algunos, sintiéndolos reales, y no meras figuras descritas en un papel.


Si con El presagio de Horus disfruté pero sentí que había algo que me faltaba, dudas que necesitaba responder, con Legado he sentido tantas emociones que he visto una novela muy completa, y me ha dado pena llegar a la última página, necesitando saber más de unos personajes a los que, inevitablemente, he cogido cariño.