CamilleVerhoeven, es un peculiar inspector de policía, de poco más de un metro cuarenta, casado con Irene (que poco se describe en el libro), y que parecen tener una buena vida que será colmada con el nacimiento de su primer hijo. Apenas el libro comienza, uno de sus compañeros le llama para que se presente en el escenario de un crimen que es relatado con pelos y señales; un poco durillo para los que no nos gustan ese tipo de descripciones, pero salvando ese detalle el libro está realmente bien. Durante el libro aparecen distintos casos sin resolver que aparentemente fueron realizados por la misma persona, todos ellos recreando crímenes descritos en novelas. El final del libro, de infarto. |