La tercera parte de la saga "De sangre y cenizas" es espectacular. Me devoré cada capítulo que leía porque no podía parar ¡qué historia, por favor! La acción es constante, pero también hay mucho romance. Poppy y Casteel como pareja cada día se superan más porque son compañeros, se respetan mutuamente, entienden las necesidades del otro como nadie más y se aman con locura. Es hermoso leer cada interacción entre ellos, la sonrisa es permanente. Cada revelación que surgía en la historia y, principalmente, sobre y en la vida de Poppy te dejaba más sorprendido que antes porque ocurren muchísimas de estas y es emocionante leer los cambios que producen en ella y en todos los que la rodean. Poppy es un personaje increíble y valiente con defectos y virtudes, pero que siempre trata de hacer lo mejor que puede. Esta saga es una de mis favoritas en la actualidad y espero que siga siendo así a medida que vaya leyendo los demás libros que faltan publicarse. |