El nadador en el mar secreto

La novela tiene 90 páginas y en tan poco espacio el autor logra desarrollar una historia que te golpea y te lleva a las profundidades de la desolación y la tristeza. Consigue removerte algo por dentro, te deja poso y como no tomes algo de distancia puede dejarte tocado. Porque es una historia de vida, de esperanza, de muerte, de desesperanza...

Esta pequeña joya que contiene sentimientos profundos y auténticos, demasiado auténticos, es así porque está basada en una experiencia trágica que vivió el propio autor y que le llevó a escribir de forma casi frenética esta novela, parece que para así poder seguir viviendo con ello. En ella volcó todos sus sentiemientos, tal cual los sentía, sin artificios, y gracias a esa prosa directa y sencilla consigue meterse dentro del lector.

Creo que esta historia debe ser leída por todo el mundo y que, puede que aunque no guste a todos, no los dejará indiferentes.



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Más allá de entender el concepto de la historia y de que el dolor de esta pareja era casi palpable, no puedo pasar por alto el hecho de que la prosa no me gustó para nada y el lirismo hacía que se torne denso y largo, siendo que apenas tiene ochenta paginas como mucho. Dos estrellas parece demasiado chocante pero ponerle tres no hubiera sido autentico...

Hace poco comentaba con una de mis amigas de Goodreads sobre el hecho de sentirse identificado con la situación o el personaje de un relato y como ello acaba por mejorar una lectura. Yo no soy una excepción en esto, aunque no sea algo que necesite para disfrutar de una novela. Lo que no me había pasado hasta ahora es que identificándome con personaje y situación, qué padre no ha sentido la misma mezcla de miedo y alegría por el nacimiento de un hijo, una lectura tan dirigida a conmover me haya dejado tan frío. Quizás el objetivo perseguido tan a las claras ahogó cualquier atisbo de entusiasmo que pujara por nacer en mí… tal vez esté ya echado a perder.

Johnny!¡Acabo de romper aguas!
Resulta fácil imaginar el argumento de esta novela corta, leyendo solamente su frase inicial… El nadador en el mar secreto nos habla de una historia cotidiana, el nacimiento del primer hijo.
Diane acaba de romper aguas y Johnny prepara la furgoneta para ir al hospital. Y a partir de ahí William Kotzwinkle nos cuenta la historia que cualquier pareja vive unas horas antes de dar a luz: el viaje hacia la clínica, las primeras contracciones con sus primeros dolores, el temor.
Y es tras esa primera frase: ¡Acabo de romper aguas!, el momento que el autor elige para marcarnos las pautas de un relato que se intuye demoledor. Es ese frío de la noche, la dificultad de un camino repleto de nieve, o la noticia de que el bebé viene de nalgas lo que nos introduce de sopetón en una historia que poco a poco recrudece… Recrudece sin pausa, sin dejarte tomar aliento, acelerando paulatinamente tu respiración.
Nada en este libro me ha dejado indiferente, quizás debido a que soy madre, talvez por estar bien contado. Y es que en tan solo 90 páginas William Kotzwinkle es capaz de crear un mar de un parto, de hacerte sentir como luchas contra las olas, como te ahogas, mientras el nadador del mar secreto intenta nadar a contracorriente para sobrevivir. Tu corazón se acelera, tu boca se abre en gesto de sorpresa, suspiras, e incluso gimes con dolor…Porque quieres nadar con él, quieres ayudarle; entonces dejas caer un par de lágrimas y respiras hondo, consciente de que debes seguir leyendo, necesitas acompañar a Diane y Johnny hasta el final. Coges aire, y, mirando de reojo el número de página, continúas leyendo, sabiendo que en la página 90 está el final, y tú, necesitas leerlo.

Entonces cierras el libro, mientras empiezas a pensar a quien recomendarle esta lectura, porque el nadador del mar secreto, es, como muy bien lo define Navona Editorial, un ineludible.

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Me ha gustado mucho... aunque es un dramón. En realidad, como la vida misma. A diario pasan este tipo de cosas. Si miras un poco a tu alrededor, le ha pasado a más de uno. Estoy segura.
La sensibilidad con la que lo cuenta, y la historia en sí, me han tocado hoy un poco el alma.
Una historia dura, y muy tierna.

Esta fue mí primera lectura del año y uno de mis regalos de Navidad.
Nos narra un suceso muy triste en la vida de Laski y Diana.
Es un novela muy corta, escrita con un lenguaje muy poético y profundo, donde se reflexiona sobre la paternidad, maternidad y la pérdida.
Se publicó por primera vez en 1975 a partir de una tragedia sufrida por el autor, el mismo autor manifiestó que lo escribió con lágrimas en los ojos y en un acto de desesperación.
Una lectura maravillosa y fue una forma magnífica de empezar mí año lector.
Hay que destacar la preciosa edición de @chinaeditora esa portada es una delicia.
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Muy intensa y muy emotiva. Me ha dejado desolada.

Tras diez años de matrimonio, Laski y Diane están a punto de tener un hijo. La noche en que ella rompe aguas marca el inicio de un período de extrañeza, donde acciones tan comunes como calentar el motor de la camioneta o recorrer la carretera entre su cabaña y la ciudad, cobran una resonancia especial, fruto de la urgencia pero también por integrarse en una experiencia que cambiará sus vidas. Ya en el hospital, descubren que el bebé llega de nalgas... Navegando por la web, descubrí que esta novela pertenece a una colección llamada "Los ineludibles", este título fue elegido como el primero de la colección que pretende publicar "joyas desconocidas". “El nadador en el mar secreto” cuenta un episodio de la vida de una pareja. Algo que debería haber sido precioso, lo mejor que les haya pasado en la vida, se convierte en una experiencia horrible, probablemente la peor que vivirán nunca. Tantas esperanzas frustradas, tantos deseos incumplidos, tanto amor desperdiciado. Estamos ante una novela muy corta pero muy muy intensa. En muy pocas páginas, transmite muchísimo, llega al lector y es imposible quedarse indiferente ante lo que Laski y Diane viven en el lapso de unas pocas horas. Cuenta un episodio muy trágico pero sin caer en el sentimentalismo o la autocompasión. Los hechos relatados son muy duros pero no es una novela lacrimógena. La prosa de Kotzwinkle es bella y sobria con un punto poético. Narración en tercera persona pero siempre desde el punto de vista de Laski, uno de los miembros de la pareja. Un libro que se lee a gusto, que conmueve y que deja un poso amargo tras terminar su lectura. Pero que merece mucho la pena leer. Lo que más me ha impactado de esta novela, es que lo que sucede en ella está basado en la propia experiencia del autor.