“¿Qué hace que una persona sea buena? —preguntó Hugo—. ¿Sus actos? ¿Sus motivaciones? ¿Su altruismo?” ~ Bajo la puerta de los susurros de Tj Klune. No voy a ocultar que la principal razón para leer estos libros de este autor es su portada. Razón frívola, lo sé, pero ¿a quién no le apetece ver y volver a ver semejante hermosura? Los colores, el dibujo, la composición, el título. En fin, la frivolidad me llama pero vamos al lío, ¿de qué va esta historia? Conocemos a Wallace, un tipo bastante borde que un día, sin esperarlo, se muere. Vamos, lo que le puede pasar a cualquiera, nada excepcional, pero él se niega a aceptarlo. Entonces conoce a Hugo, el barquero –ya sabéis el mito de Caronte–. Hugo regenta una curiosa tetería que separa los mundos y allí queda alojado Wallace hasta que esté dispuesto a dar el paso. Pero, ¿realmente quién se atreve a dar el paso y a abandonar el mundo que conoce por un paraíso desconocido? A Wallace le conceden una semana en la tetería y quizá con esa cuenta atrás marcada comience a vivir de verdad. Ya os podéis hacer una idea de lo que vais a encontrar. Una historia sobre la importancia de aprovechar la vida, con sus altos y sus bajos – “Rendirte es fácil. Sobreponerte, no tanto”–, de ser buena persona porque lo único que vamos a dejar son recuerdos – “Cabreé a un montón de gente, y todo el mundo sabe que cuando quieres quejarte de algo, lo publicas en internet, aunque seas un embustero que no tiene ni pajolera idea de lo que habla”–, y que precisamente porque sabemos el final de nuestra historia no hemos de perder el tiempo con bobadas que no conducen a ninguna parte. Ah! Y por supuesto, como todos los libros de este autor, respeto por la diversidad, mucho respeto por los demás: si no es tu cuerpo, no tienes nada que decir. El final no es el que me hubiese gustado pero lo compro. |