«No tienes que hacer esto, Emma. Tú eres perfecta tal y como eres». Creo que nadie me ha dicho nunca algo tan bonito, chicas, así que yo os lo repito a vosotras con la esperanza de que tenga el mismo efecto que tuvo en mí: el de liberación. Sois perfectas tal y como sois, no intentéis tener un cuerpo que no tenéis. Comed sano y equilibrado, haced deporte cada día y sed vosotras mismas. Sed felices. No os dejéis engañar por las pasarelas ni por las revistas de moda. Esas chicas no son reales. Son chicas que viven por y para su peso. Son chicas infelices esclavas de sus cuerpos. Sed vosotras mismas, sed perfectas.