Holly

Todo lector constante que se precie, sabe que Holly Gibney es uno de los personajes más queridos de King y es que hay que admitir que ha hecho un trabajazo de evolución increíble.
Poco queda ya de esa Holly insegura y llena de miedos de Mr. Mercedes. Se ha convertido en una tía muy capaz de descubrir y resolver cualquier caso que se le ponga por delante, sea de la índole que sea (que se lo digan al Visitante).
Aquí de nuevo, encargada de Finders Keepers en plena pandemia de COVID, acepta el caso de la desaparición de una chica joven. Un caso que al principio tiene pinta de desaparición voluntaria, pero que tras la atención a los detalles de Holly va descubriendo pequeños incidios , que le hacen sospechar que no es la única persona que se ha esfumado de la noche a la mañana.
Me ha sorprendido para bien que la trama no fuera por el camino que va y además me ha dejado perpleja. La maldad humana no tiene límite de edad.

Rebosante de actualidad, se refleja la incertidumbre que vivimos cuando íbamos volviendo a la normalidad después de salir de un encierro sanitario.
King ha utilizado esta historia de altavoz para dejar constancia de su postura con respecto a la gestión del gobierno de Trump y su rechazo de la población anti-vacunas.

Considero que ha sido el salto definitivo de Holly para afianzarse en este mundo por sus propios medios. Es su historia más personal, su liberación de carga mental. Quiero volver a leer libros protagonizados por ella, quiero estar segura de que todo le vaya bien, si hay un personaje de King que se merece todo lo bueno del mundo, sin duda esa es Hollyberry (L)