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Hoy os vengo a hablar de una de mis promesas lectoras de 2021: @alicekellen_. Os tengo que decir que este libro llevaba en mi biblioteca desde el verano junto con otra de mis promesas del año pasado, Elisabet Benavent (de la que pronto espero traeros reseña); lo compre sabiendo que estas escritoras estaban pendientes y si os soy sincera no me pare a mirar que libro compraba... pero Nosotros en la luna terminó en mis manos, por una cosa o otra. Lo cogí una semana antes de que terminara el año (lo termine el día de Navidad, con eso os lo digo todo), con mucho miedo ya que algunas de las críticas que había oído o leído de este libro no eran muy buenas, perooo... nada más lejos de la realidad, en las 48 horas que me duro, me tenía que obligar a alejarme de él. Se me hizo adictivo y me enamore de Rhys (ayyy Rhys, ese nombre, cuando tenga un hijo al final le voy a poner así...) y Ginger, desde el primer momento empatice con ellos y la pluma de la autora me encantó (me hacía el libro super ameno, agradable, cercano y fácil de leer). A medida que el libro avanzaba, me encanto más. Os tengo que ser sincer@s en una cosa, amo los libros en los que salen mensajes, emails o cualquier cosa parecida, son mi perdición... así que os podéis hacer una idea de que me pareció toda la parte de la historia en la que ambos se comunican por email. Lo ame. A partir de aquí ya fue un no parar de llorar, me parecían tan tiernos, tan poco tóxicos, tan adorables, tan achuchables… se han convertido en una de mis parejas favoritas, claramente. Los miedos de Rhys lo convierten en una persona tan humano que solo me dan ganas de meterme en las páginas de Alice Kellen y achucharlo entre mis brazos; hacía mucho tiempo que no sufría tanto por un personaje, llore por Rhys durante todo el libro. Y ese final... ¿señorita Alice Kellen, ahora a mi el psicólogo quien me lo paga? Es que ese final rompió las compuertas de mis ojos y me tiré 20 minutos de reloj llorando. Es tan bonito, tan esperado, tan tierno, tan único, tan de Rhys y Ginger.. |
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