El principal problema de esta obra es analizarla con objetividad y desapasionamiento, dado que su autor fue un terrorista. Kaczynski parte de la tesis de que el abuso de la tecnología en nuestra sociedad induce en el indivuduo un desasosiego al desarraigarle de su entorno natural, entendido este como el marco en el que se han ido forjando sus habilidades y necesidades evolutivas, y tambien debilita las estructuras de soporte tradicionales, cercanas y personales, en favor de una dependencia del Estado cada vez mayor. Estos factores desembocarían en un proceso psicológico de sustitución que no satisfaría plenamente las necesidades de los individuos dando como resultado una sociedad cada vez más enferma. Gran parte del manifiesto se dedica a describir esta malfunción y es ahí donde se aprecian las similitudes con el Occidente actual. Y esto es lo más inquietante. La constatación de que algunas de sus conjeturas parecen una descripción acertada del momento social en el que nos encontramos. La solución que propone sería la renuncia a la tecnología, causante del alejamiento del ser humano de su desarrollo natural , mediante un movimiento que aplicando una «suave» manipulación (cuasi platónica) a la población consiguiese el apoyo suficiente para iniciar una revolución que devolviese las aguas al cauce deseado por el autor. Curiosamente la solución tiene puntos en común con el origen del problema que pretende resolver. Una ideología que merece ser conocida y discutida a pesar de que su creador acabó cometiendo una serie de atentados con tres muertos y varios heridos. + Leer más |