He descubierto a Daniel Jerez con esta novela y tengo que decir que me he quedado con ganas de más. “El pasado nunca nos olvida” es una novela negra patria de esas que tanto me gustan, en las que pasado y presente se entremezclan para revelar una historia llena de secretos y mentiras. 2002 El Prat de Llobregat: el hallazgo de los restos de un avión de combate alemán siniestrado en 1940 saca a la luz unos restos óseos. La noticia será cubierta por el periodista Sebastián Acosta, para lo que contará con la ayuda de su amigo Vidal, uno de los responsables de recuperar los restos del avión. Cuando un año después Vidal es asesinado, todo apunta que su muerte guarda relación con la investigación que estaba llevando a cabo sobre los restos humanos encontrados junto al avión. Sebastián decidirá continuar dicha investigación junto a Lorena, una amiga de la infancia que ahora es Guardia Urbana en Barcelona, para tratar de averiguar la verdad de lo ocurrido. El hallazgo del avión y el asesinato de Vidal son el punto de partida de una historia que pronto se revela mucho más compleja de lo que parece a primera vista, destapando secretos que han permanecido ocultos durante más de medio siglo y cuyas consecuencias aún tienen repercusión en el presente. Un estilo sencillo y directo hace que la lectura resulte muy ágil. Ese “pasado” del título hace referencia tanto al pasado personal de los protagonistas como al pasado entendido como historia, al pasado de El Prat y de las familias que han manejado los hilos allí durante décadas. Los dos personales protagonistas están muy bien perfilados. Sus demonios, ese pasado que ni les olvida ni pueden olvidar, no les permite avanzar como quisieran, pero cada uno se enfrentará a él de distinta forma, permaneciendo en ese lugar que tanto daño te hizo pero que al mismo tiempo necesitas, o poniendo tierra de por medio. Esto no solo otorga profundidad a los personajes si no que termina teniendo un papel relevante en la trama. La historia trata temas como la corrupción policial y entre las clases altas o el bullying, en una época en que el acoso escolar era simplemente “cosas de niños”, sin prestar atención al daño que realmente provocaba en quien lo sufría. Otro de los aciertos de la novela es su fantástica ambientación, resultado de una rigurosa labor de documentación, que consigue crear un vívido retrato de la sociedad de El Prat en la primera mitad del siglo XX. Ofrece las descripciones y referencias justas para situar al lector sin llegar a abrumarle con datos históricos, descubriéndonos a aquellos que no conocemos la zona un montón de curiosidades y lugares (la Casa del Semáforo, la Caserna de los Carabineros…) que me hicieron ir a buscar más información en el momento que terminé la lectura (¡gracias Google!). Muy recomendable si eres fan de la novela negra española ya que, tanto el misterio como el contexto histórico que plantea, atrapan desde el principio. + Leer más |