Esta segunda parte ha sido una decepción. Todos los aciertos y buenas ideas que tiene la primera parte aquí se vuelven predecibles y repetitivas. Butcher cae en el síndrome de "escuela de magia" y envía al protagonista a Hogwarts Academia para que aprenda todo lo necesario para ser un buen mago cursor. Sin embargo, por sucesos un poco pillados por los pelos y que tampoco se explican al final, los personajes parecen sacados de un episodio de Benny Hill ya que van y vienen como pollos sin cabeza pegando espadazos durante todo el libro. No hay espacio para el desarrollo del mundo y el sistema mágico que ha creado y eso es un error tremendo. Continuaré leyendo porque soy incapaz de dejar a medias una saga pero la dejaré en barbecho unos meses a ver si me recupero. |