Twisted love 1

Había descubierto que las personas más calladas y reservadas solían ser los mejores modelos de fotografía, porque el ejercicio no requería hablar, solamente sentir. Aquellos que todos los días se guardaban para sí mismos su emociones sentían y amaban con mayor intensidad…

La guié por la sala, con la piel estremecida por la extraña carga eléctrica del aire. Era como si un millón de agujas se me estuvieran clavando en busca de un punto débil. Una grieta. Una puerta, aunque fuera diminuta, por la que colarse y resucitar a mi corazón helado y muerto desde hacía tanto tiempo.

Había sufrido pesadillas casi toda mi vida

Soy una persona jodida con principios jodidos

Me habían roto el corazón y lo habían pisoteado, pero aún podía respirar. Había sufrido pesadillas casi toda mi vida, y aún así encontré el valor para soñar.

Quieres que el mundo piense que no tienes corazón cuando en realidad tienes uno de varias capas: un corazón de oro encerrado en un corazón de hielo. ¿Y qué tienen en común todos los corazones de oro? Ellos anhelan el amor.

No tienes que trabajar horas extras para que la gente te ame, Ava. El amor no se gana, se da.

Si dejas que personas inferiores determinen tu autoestima, nunca llegarás más alto que su limitada imaginación.

No eres mi tipo. Alex entornó los ojos. —¿No? ¿Y cuál es tu tipo, si se puede saber? Era demasiado temprano para eso. —Eh... —Traté de pensar una respuesta segura—. ¿Ian Somerhalder? Se le escapó una risa burlona. —Mejor que el vampiro que brilla... —murmuró—. Pero siento anunciarte que lo de Ian es imposible, Rayito.

Un caballero habría dormido en el sofá o en el suelo, pero de todos los calificativos que me habían llamado a lo largo de mi vida, «caballero» no era uno de ellos.