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El CAR, o centro de alto rendimiento, es una institución donde jóvenes deportistas entrenan y se preparan para los eventos más importantes. Allí se encuentra la triple A: Arturo, Andrés y Aitana Claramunt, Patrick Villar de Figueroa Jr, Niki Monteserin y, como nuevo miembro, Christopher Lacoste, la joven promesa del tenis y el mayor rival de los gemelos Claramunt. Está castigado a asistir un año para lavar su imagen pública después de su última liada. De todos ellos narran solo tres en esta primera parte de la bilogía. En primera persona y con un estilo al que ya he bautizado como estilo Cabana. Y que obviamente me encanta. Es algo que no encontré en "Y el mundo no dejaba de girar" y que me decepcionó mucho. Además de estos seis personajes, hay una persona más que no llega a la altura ni de deportista del centro ni de protagonista, pero que está ahí y tiene su importancia, aunque a mí no me haya caído bien. Y como olvidar al pequeño grupo adolescente de natación y hockey hielo, que traen de cabeza a medio CAR y que a mí me han encantado. La autora ya ha confirmado una serie dedicada a ellos. Risas aseguradas. Muchas. Guerra de bromas pesadas que nadie sabe cuándo empezó ni cuándo acabará. Intercambio de gemelos con situaciones peliagudas. Experimentos de la pequeña del grupo, que no es pequeña para nada. Todos tienen secretos, pero ninguno quiere tenerlos. No quieren esconderse, quieren vivir en voz alta, de ahí el título tan bonito del libro. Amor de familia tanto entre los hermanos de sangre como entre los demás miembros del CAR que consideran su familia. Hay un family found muy fuerte y muy bonito. Este libro engancha una barbaridad. Tuve que hacer un parón para no ventilármelo en cuatro días. Con unos capítulos larguísimos y cambiando de narrador en cada uno de ellos, no es normal que se lea tan rápido. Pero es así. He SOÑADO con este libro. No descansaba de la lectura ni durmiendo. Todo el día estaba con los personajes en la cabeza pensando por dónde iban a salir ahora. ¡Cómo me gusta esa sensación! Por cosas como esta amo la lectura. Los últimos capítulos son un campo de minas; no sabes donde pisar para no salir volando por los aires. Y pasa. Joder si pasa. Las tres tramas llegan a su punto álgido a la vez, y todo estalla. Relacionado con lo anterior, me ha dado una sensación de repetición que no me gustado. Cada narrador cuenta los hechos desde su punto de vista, muchas veces solapándose con los demás, así que leemos conversaciones una y otra vez, sobre todo de cara al final. Y hablando del final... No puedo recordar un libro con un final tan abierto como este. No me ha gustado nada. Aunque sea la primera parte de una bilogía que imagino resolverá los problemas en la segunda, no es justo para el lector cortar el libro en ese punto. Porque eso es lo que ha sido: un corte. Bonus Track: Mi personaje favorito es Chris, y otro que me gusta mucho, Patrick. Tengo entendido que en la segunda parte, Y quererte en estéreo, cambian los narradores, y estoy deseando tener a estos dos contándome sus líos. |
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