Memorias del niño Toni

Este volumen autobiográfico nos presenta los recuerdos de Antonio Chicharro Papiri, el niño Toni, que, por sus circunstancias familiares, históricas y sociales, fue testigo privilegiado del postismo, síntesis de las vanguardias, en una España que evoluciona de oscura y difícil a la vitalidad extraordinaria de los años 60. Las memorias que Toni nos cuenta están llenas de vida, de detalles precisos y reveladores, de una verdad captada con una sensibilidad especial, la del niño y el joven que observa su entorno con los ojos muy abiertos.
El relato de las peripecias lo inicia el niño Toni con su llegada a España procedente de Roma, donde había nacido. Los acogen sus abuelos en un gran piso en el centro de Madrid, y la familia pronto se relacionará con lo más granado de la vida artística y cultural madrileña.
Muchos nombres famosos desfilan por esta autobiografía tan personal, que nos hace sentir presentes y vivir con los cinco sentidos los momentos que Toni evoca, que marcaron su personalidad, su modo de ver y expresar el mundo. Es una gran noticia que este bagaje de recuerdos, que incluye momentos importantes de nuestra vida cultural y social, llegue hasta los lectores, que podemos disfrutar del aprendizaje de Toni, de sus anécdotas sobre los personajes que conoce cuando se va moviendo por el mundo, de sus hallazgos verbales y estéticos, de sus primeras veces... Y esta historia tiene otro lado, el íntimo, el del hijo que evoca a su padre, Chebé, prematuramente desaparecido, la madre tan especial, tan diferente a otras mujeres. Toni crece, descubre, observa, anota y relata como quien ha echado raíces en un momento único y ha sabido empaparse de figuras excepcionales que ha conocido. Un documento inolvidable y ameno de un tiempo que merece ser recordado y reivindicado.

Reseña

Antonio Chicharro Papiri ha recogido sus recuerdos en un volumen que ha publicado Libros del Innombrable. No solo queda ahí reflejada la evocación de su infancia, como cabría pensar, sino que la narración se extiende más allá en el tiempo. No se trata sin embargo de un título engañoso, ya que en todo momento se desarrollan esas memorias bajo la mirada pura de la niñez, lo cual no quiere decir una visión cándida o simple, sino espontánea, natural y despojada de prejuicios.


El niño Toni emprende la tarea de reconstruir su vida desde los primeros años, primero en su Roma natal, a principios de los años 40, pero fundamentalmente en España, donde su familia se trasladó poco tiempo después de su nacimiento, recalando en la gran casa de sus abuelos del Madrid de la posguerra.

A pesar de que estas memorias están llenas de personajes pintorescos y nombres conocidos, de historias entrañables y situaciones de escasez, es la imagen de Eduardo Chicharro, Chebé, la que se impone con mayor fuerza e intensidad. No es casual que la ilustración elegida para la portada sea un retrato pintado por su padre, Eduardo Chicharro y Agüera, en el que el padre del niño Toni mira directamente a los ojos al lector.
Es precisamente esa figura del padre la que destaca por encima del resto en este libro, que se convierte de manera casi necesaria en una reivindicación y homenaje a su presencia, su obra y su recuerdo, algo disminuido por su temprana muerte.

Este comienza contándonos cómo era la vida de nuestro protagonista el niño Toni, cómo vivía en casa con su familia, el miedo al recibir las notas del colegio y como era vivir en esa época.

También aparecerán nombres conocidos como Dalí o Sara Montiel ¿como aparecieron en su vida? tendrás que leerlo para descubrirlo.

En sus páginas también encontrarás diferentes fotos y pinturas en las que en algunas aparece Toni y familiares.

Sin duda es un libro con el que conoceremos mucho más las vivencias de el niño Toni