Mercurius O El Matrimonio De Cielo Y Tierra

Patrick Harpur es un filósofo, académico y escritor de divulgación que se hizo famoso a través de su obra más polémica, "Realidad daimónica", donde exponía su interpretación de los fenómenos paranormales desde un enfoque impensado para la época. Esto fue a mediados de los años noventa, donde el esoterismo y el ocultismo estaban nuevamente de moda, y estoy convencida que el libro de Harpur marcó un antes y un después en este campo de estudio.

Vertiendo su amplio y reconocido bagaje cultural en una obra de ficción, Harpur escribió "Mercurius, o el matrimonio de Cielo y Tierra" más o menos por la misma época. Considerado una obra de culto, el autor introduce los elementos propios del hermetismo de los alquimistas, a la vez que desarrolla una trama en la línea de un misterio medieval, o aventura histórica, con personajes cuyos caminos se entrecruzan inevitablemente en pos de la búsqueda de la gran Obra, que bien puede ser la consecución del Santo Grial o la piedra filosofal.

Harpur parte de la filosofía jungiana del "inconsciente colectivo" y la "realidad daimónica" para explicar los sucesos teológicos, y en esta novela nos narra sobre los grandes alquimistas de la Historia. Sabe diferenciar entre iniciados y farsantes, y en esa línea expone a nivel argumental a personajes históricos como Paracelso, Fulcanelli, o Alberto Magno. Intelectualmente, la idea de la novela gira en torno a la obtención del "matrimonio entre el cielo y la tierra" a través de Mercurius, que viene a ser el sucedáneo de la piedra filosofal.

Todo esto en forma de diario, que narra una crónica de autoconocimiento de los dos personajes principales. El vicario Smith lleva ya un tiempo volcado en estudios alquímicos, desencantado de la anodina vida en la campiña rural. Dejará un diario de estos estudios en la misma vicaría que, muchos años después, será hallado accidentalmente por Eileen, que ávidamente lee y aprende sobre la misteriosa "materia prima", por la cual se logra la transmutación del oro y la inmortalidad.

Así, van desfilando otros personajes sobre los que se cierne la sombra de un peligro, como una muchacha soltera que queda embarazada y provoca un escándalo en la aldea, la joven Janet que sufre en un matrimonio infeliz, y el caballero Robert que se halla enfrascado en una búsqueda personal y relacionada también al Santo Grial.

Como vemos, Harpur hace avanzar la trama con más personajes, a cada cual más interesante. ¿Quién es la anciana tenebrosa, con intenciones no del todo claras, que se inmiscuye en las investigaciones de Eileen? Su camino, en la actualidad, y el de Smith, antes que ella, los llevan al lugar exacto donde se unen el cielo y la tierra.

Hay que leer para creer, por supuesto. Cada obra de este autor es un tesoro en bruto que hay que depurar, prestarle atención y reflexionar con cada frase del texto, que por muy cerrado que pueda parecer a veces, esconde secretos que una vez descubiertos, nos permite reencontrarnos con el alma del mundo (anima mundi), y en esencia, nuestra propia alma.

Obra magna para leer y releer, lo recomiendo una y mil veces.