El libro de la vida

Y con esta lectura pongo fin a la trilogía de “El Descubrimiento de las Brujas”, una serie que me ha sorprendido para bien y me ha hecho pasar muy buenos ratos y me ha dado mucha compañía. Era algo con lo que contaba relativamente cuando cogí por primera vez el primer libro, pero no me esperaba que estos libros me engancharan tanto y me hicieran disfrutar tanto como sufrir. Así que solo por eso terminó esta historia con tanta pena y tanto agradecimiento. En esto, creo que ha tenido mucho que ver que les haya cogido en una época en la que no tenía muchas ganas de leer, y que gracias a estos volúmenes haya podido volver a conectar con la lectura.Hacía mucho que no me pasaba lo de que un libro me enganchara tanto como para leer de una sentada doscientas páginas, y volver a ello ha sido como un soplo de aire fresco. Pero esto no equivale a que me olvide de que el libro y sus predecesores cuentan con muchas cosas positivas por sí mismos. Son novelas muy ágiles de leer, en las cuales no paran de pasar cosas que mantienen enganchado al lector. La combinación que Harkness propone en sus obras de amor, magia, historia, misterio, alquimia, venganza y luchas entre criaturas resulta de lo más atrayente. Todos los elementos están muy bien equilibrados. Y de ahí surge una historia en la cual hay muchos hilos, personajes y tramas secundarias, los cuales han estado siempre muy bien conectados pese a que había muchos frentes abiertos, y todo para crear una historia coherente y que termina muy bien cerrada.

Al igual que “La Sombra de la Noche”'(segunda parte de la saga) “El Libro de la Vida” empieza justo donde termino su predecesor. El matrimonio formado por la bruja e historiadora Diana Bishop y el vampiro y científico Matthiew de Clairmont ha sobrevivido a su viaje en el tiempo a la Inglaterra del siglo XVI y regresado a su tiempo con su familia y amigos. Pero al reunirse con ellos en Francia y descubrirán que durante su ausencia han pasado varias cosas, y deberán enfrentarse a una trágica pérdida. Ese no será el único problema que tendrán que afrontar. El embarazo de gemelos de Diana ha puesto en jaque no solo a la propia familia de Clairmont. También a la terrible y peligrosa Congregación, que nunca ha dejado de perseguirles, y a una oscura y malvada fuerza del pasado que está obsesionada con hacerse con Diana y dañar en todo lo posible a Matthiew y a la familia. Y todo eso sin olvidar, por supuesto, la búsqueda del Ashmole 782, el Libro de la Vida con el que se inició toda esta aventura, y que contiene la clave para descubrir el origen y los misterios que rodean a brujas, vampiros y daemones.

Lo primero que tengo que decir es que tengo que reconocer algo: de los tres volúmenes “El Libro de la Vida” es, con diferencia el que me ha parecido más flojo. No quiero decir que no lo haya disfrutado tanto como los anteriores, o que sea realmente malo. Solo que a diferencia de “El Descubrimiento de las Brujas” y “La Sombra de la Noche” en este tomo me ha parecido que algunas cosas no estaban tan bien hilvanadas como los anteriores, había hechos y situaciones que me parecían muy precipitados y artificiales. Y por otro lado el ritmo me ha parecido, en muchas ocasiones, muy arrítmico a nivel argumentativo . Había momentos en los que pasaban muchas cosas y se descubrían muchos sucesos, que se combinaban con otros momentos en los cuales no pasaba nada. Recuerdo que esta fue una de las cosas que menos me gustó en el primer volumen de la trilogía. Y me ha fastidiado un poco encontrármelo aquí porque no pensé que volviera a ocurrir. Además me ha dado rabia porque si hay una cosa que, irónicamente, me ha gustado mucho de esta novela ha sido que por fin la autora va muy directa a todo aquello que quiere contar.De forma muy comprensible en los dos anteriores tomos tenía que pararse a explicar ciertos detalles y hechos, ya fuera para hacer avanzar y asentar la relación de la pareja protagonista, ya fuera para hablar de la vida en la Inglaterra de Isabel II, o para dar detalles científicos, mágicos e historicos. Entiendo perfectamente que en esto último sí que tenga que explayarse la autora, ya que es una de las bases de estas novelas (y para que negarlo, es una de las cosas que más me gusta y más disfruto de las mismas). Y en lo otro ya no tiene que profundizar tanto. Así que no acabo de entender porque estos bandazos en lo que es la trama, como puede amontonar los hechos sin ton ni son en unas partes y dejar otras en las que no sucede casi nada. Por eso ha habido momentos en los cuales mi interés por la lectura bajaba considerablemente.

Quizás estuviera pero podido perdonarlo más fácilmente si no hubiera sido por el último cuarto de la obra, en la cual los acontecimientos se precipitan de una manera increíble. La tensión se mantiene muy bien, Harkness maneja eso a la perfección. Pero esta última parte creo que ha sido lo que más me ha decepcionado de toda la trilogía en general. Como ya he dicho, me parecen que los acontecimientos se precipitan mucho. Personajes que parecían tan terribles al principio, al final demuestran que es un papel en la obra ha sido mucho menor del que prometían al final. Ni siquiera la temible Congregación, después de todo lo que ha hecho en contra de nuestros protagonistas y su familia, acaba siendo tan terrible. Todo se soluciona de una forma relativamente fácil y rápida, después de que la autora se haya estado explayando en los acontecimientos y en los detalles desde el principio de “El Descubrimiento de las Brujas” de una forma que ralentizaba tanto la lectura.

No creo que esto tenga que bien ver con el cambio de narrador. Y es que a diferencia de las dos novelas anteriores, en esta se van turnando un narrador en tercera persona con la voz de Diana en primera persona. Es verdad que esto puede resultar a veces un tanto arrítmico, en el sentido de que se pasa de uno a otro sin que se nos avise previamente y de forma, a veces, muy abrupta. Pero rápidamente yo, por lo menos, pude sentirme cómoda con esta forma de narrar y me ha parecido muy interesante y comprensible, en el sentido de que pasan muchas cosas de las cual es Diana no es protagonista o no está presente para verlas. El problema que le veo es que estas partes están infrausadas. Y vuelvo a lo que contaba antes del final. Hay una parte en la que Matthew y Diana no están juntos porque deben separarse, en las que usar este recurso hubiera servido para que hubiéramos visto las cosas que hace y piensa Mathew cuando su esposa no está presente. Y al final he sentido que apenas se ha ahondado en eso. Su estancia en Nueva Orleans pasa muy rápidamente, apenas se incide en ella y hay muchos detalles que nos perdemos totalmente. Lo siento, pero no le veo el sentido a usar este recurso literario y narrativo si vas a desperdiciarlo.

Otra cosa que también me ha chirriado bastante (y lo mismo es algo muy subjetivo, porque ha sido una de mis mayores luchas durante la lectura de esta trilogía) ha sido la relación establecida entre Matthew y Diana, uno de los pilares de la serie. En el anterior tomo me parecía que daban un paso agigantado en la misma, en el sentido de que ella no era tan tóxica y agobiante, y se daba más libertad a Diana. Pero en este libro que nos ocupa, me da la impresión de que han dado un pequeño paso hacia atrás. Lo siento, pero me has seguido recordando demasiado a la que había entre la parejita protagonista de “Crepúsculo” (otra saga con la que se compara mucho esta que nos ocupa). Es verdad que Harkness explica muy bien el porqué se dan ciertas situaciones que aparecen aquí, tiene sentido el que el vampiro sea tan protector con su compañera y está justificado. Y tampoco niego que en este libro haya momentos en los cuales se vea una relación muy fuerte en la que sus partes confían plenamente la una y la otra. Sin esto, su historia de amor resultaría muy endeble y poco creíble, la historia necesita que sea así. Y tampoco voy a negar que está relación, a grandes rasgos, hay evolucionado para mejor. Pero hay algunos momentos que me han resultado muy agobiantes y tóxicos, comentarios y charlas que me han parecido muy innecesarias, y que han aportado mucha pesadez a la historia y a los personajes. Diana nunca ha sido santo de mi devoción, pero tampoco he llegado a odiarla. Lo que me ha pasado es que ninguno de los tres libros he llegado a conectar plenamente con ella. Y Matthew es un personaje que me ha parecido que se ha ido desinflando libro con libro de forma muy irónica. Está muy bien construido, tiene una personalidad que se ha forjado a lo largo de los siglos, las pérdidas y su problema con la sed de sangre. Realmente está caracterizado con muchas sombras y muchas luces. Pero de alguna manera siento que toda esa complejidad, A medida que iba exponiéndose máximas al lector perdía fuerza y sustancia. de todas maneras quiero dejar claro que ninguno de los dos protagonistas me ha parecido que esté muy mal caracterizado, para nada. Simplemente creo que habido secundarios que se los han comido con patatas fritas y que me han gustado más.

Y ahora que me he quitado de en medio lo que no me ha gustado de “El Libro de la Vida”, puedo enfocarme en lo que si me ha gustado. Que no es poco.

Como decía antes, Harkness sabe llevar muy bien la batuta la mayor parte del tiempo. Pese a su falta de ritmo a veces, la historia siempre mantiene enganchado al lector, a medida que se van haciendo descubrimientos o que van sucediéndose acontecimientos que dan un giro de 180° a todo lo que pasa. Algo que me ha llamado la atención es que esta lectura ha convertido en, en cierto sentido, a “La Sombra de la Noche” en una especie de paron argumental, en el sentido de que ahora Matthew y Diana deben hacer frente a todo lo que dejaron atrás al emprender su viaje al pasado. No quiero decir con eso, que el segundo libro no sirviera para hacer avanzar la historia. Y es que había tantos frentes abiertos que primero había que ocuparse de unos para seguir avanzando y terminar de cerrar el resto. Y eso es lo que ha pasado en este tercer libro. La empresa era ardua, desde luego. Pero la escritora sabe llevarlo todo a buen puerto. Los muchos flecos quedan perfectamente cerrados, de una manera creíble y que no me ha dejado para nada descontenta. Nada se ha dejado a lazar, todos los detalles están perfectamente interconectados unos con otros.

si hay algo que valorado muy positivamente en esta saga es la interacción que hay entre los diferentes personajes de la misma, no es para nada estática y lleva la historia hacia lugares que solo con la pareja protagonista nunca se habrían alcanzado. Muchos de los personajes que eran tan importantes en el primer libro vuelven a tener un papel crucial en este y ocupar páginas y páginas. Y otros que no parecían tan importantes a priori ganaran relevancia. Y otros volverán a aparecer para cobrar más protagonismo. Todos ellos tienen una finalidad especifica, y la cumplen a la perfección. Por no hablar de que todas las personalidades está muy bien hilvanadas, no resultan para nada arquetípicas o simples, en cada carácter hay cierta complejidad que le da la historia un aire de madurez y de realismo muy interesante. Aquí tengo que señalar que hay algunos personajes que me resultaban un tanto indiferentes en los anteriores tomos y que en este han terminado por ganarme totalmente. La matriarca del clan de Clairmont, Ysabeau, no ha dejado de sorprenderme para nada en mil y un pequeños detalles. Ya me caía muy bien antes, pero en está ocasión me ha parecido de lo más carismática. Y por fin le he podido pillar el truco al personaje de Gallowglass. En el libro anterior me cayó muy bien, pero sin más. Buceando en Internet vi que tenía una legión de fans y que muchos le consideraban su personaje favorito de los tres libros. Y ahora he podido entender por qué. Es un personaje de lo más interesante y lleno de claros oscuros, con una historia secreta que me ha enternecido totalmente y me ha dado tanta ternura como pena.

Y por supuesto, si algo me quedo es con el mensaje final de la obra: esta es una historia que trata sobre patriarcádoos, normas, segregación, estereotipos, violencia y ambiciones. Pero al final todo eso queda en nada, el mundo está destinado a cambiar y evolucionar y no hay nada de malo en eso. Todo lo que se consideraba sagrado o norma capital puede ser revisado y modificado. Todos somos diferentes, independientemente de donde veamos, pero lo importante es que si trabajamos todos juntos no hay nada que pueda ponérsenos por delante. Son mensajes que no me esperaba encontrar en una saga tan enfocada a la fantasía, y que quizás por ello he disfrutado más de él.

En definitiva esta trilogía, pese a sus problemas, tiene tantas cosas disfrutables que hacen que merezca la pena leerla. Mucho. Es una mezcla perfecta de “Crepúsculo”, “Outlander”, “La Historiadora” y “Cazadores de Sombras” que engancha y se lee prácticamente sola. Hay mucha intensidad, giros dramáticos, acción y grandes pasiones. Harkness ha sabido crear una historia adictiva y llena de secretos y misterios que ha logrado atraparme totalmente. Con una atmósfera absorbente, logra crear una historia en la que la magia, los misterios, las sociedades secretas, las criaturas sobrenaturales, los viajes en el tiempo, personajes históricos y el amor se dan de la mano de una forma muy convincente, creando una aventura orgánica y llena de todo tipo de momentos. Cuando parecía que todo estaba escrito respecto a criaturas sobrenaturales que pueblan nuestro mundo sin que los humanos lo sepamos, esta autora ha sabido crear un mundo fascinante y lleno de detalles, Historia y secretos, muy creíble y muy bien estructurado, sin perder en ningún momento la originalidad y una esencia personal inconfundible. Cierra estos libros con muy buen sabor de boca, con la sensación de que todo ha quedado muy bien cerrado y que la autora nos ha dejado un final más que satisfactoria. Y a la vez, con pena por despedirme de estos personajes y de un argumento que me ha tenido en vela durante semanas. Sin ser unos libros que me hayan parecido especialmente bien escritos, les voy a añorar mucho, han dejado su huella en mí.

Sé que hay otros libros de esta saga que creo son continuaciones o se centran en el pasado de algunos personajes (material hay) y que no están publicados al español. Si algún día me los encuentro en mi idioma, o logro tener suficiente conocimientos de inglés no dudaría en leérmelos. Pero hoy por hoy cierro esta trilogía con una sensación de satisfacción tan grande que hace que no me corra las prisas por seguir con con la misma. Todo ha quedado también cerrado que con eso me conformo. Lo que si que tengo muchas de empezar es la serie de televisión, a ver que tal.