Ella era Paola Gómez, comisaria antes que persona y estaba allí para resolver unos crímenes, aunque siempre acababa encontrándose de frente con que la realidad era todavía más macabra de lo que cualquier escritor retorcido podía imaginarse.
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Ella era Paola Gómez, comisaria antes que persona y estaba allí para resolver unos crímenes, aunque siempre acababa encontrándose de frente con que la realidad era todavía más macabra de lo que cualquier escritor retorcido podía imaginarse.
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—¿Qué es eso de la ley del pueblo? —Casiano se tomó su tiempo para empezar. —Si hay pruebas de que uno de los vecinos ha hecho algo a otro de la comunidad, le juzga el consejo del pueblo. No les voy a decir que su autoridad esté por encima de la suya, pero les aseguro que el que es culpable paga por lo que hizo, lo diga o no la justicia |
Por un momento volvió a admirar la inmensidad que la rodeaba. Aquel sitio parecía sacado de una película. Nunca pensó que en aquel lugar tan recóndito podía haber algo tan maravilloso. Pero lo había. Y de eso trataba la vida. De sorprender. De encontrar cuando menos te lo esperas. De los milagros. De que alguien te recoja cuando estás a punto de caer. De los domingos de sofá, peli y manta. De la libertad de querer sin sentirte obligado. De sentir plenamente, aunque sea por una vez en la vida.
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10 negritos