Una Navidad escocesa

La belleza del patrimonio que ayudas a salvar resulta innegable, pero encontrarse a uno mismo entre las ruinas de lo que una vez fuiste, y reconocer el mérito de tu presente, supera con creces cualquier otro rescate que quede en tus manos.

Te da paz. Es una manera preciosa de querer a alguien.

A veces, la verdadera familia se encontraba a lo largo del camino, sin apellidos en común.

Puede que no encuentre respuesta a mis problemas en una biblioteca, pero leer me proporciona el arma más poderosa que existe en el mundo para encontrar soluciones

Imposible resistirse a la llamada de aquellas estanterías cuya madera labrada en forma de ramas entrelazadas parecía crecer como algo vivo, vegetal, mágico, y enredarse para anidar con mimo centenares de libros de encuadernaciones antiguas y heterogéneas

Amar a una persona sin condiciones es lo menos egoísta que hacemos en este mundo.

Te abriré las puertas, del tiempo, del sueño, del corazón y de mi casa.

Este libro es una lectura fácil y feel good con una historia amable y unos personajes entrañables.
Nos cuenta la historia de un castillo escocés con un fantasma que habita en su interior.
No es un fantasma cualquiera, sino el tío Archie, un familiar del clan MacTavish que está destinado a vagar por sus estancias como guía espiritual y cuidador del castillo y del clan... pero está cansado y le confiesa a su familiar Henry que va a desaparecer.
Henry es nuestro protagonista, el joven abogado que debe cuidar un castillo inmenso, herencia de su familia sin medios ni formación.
Es así como Henry y Natalia se conocen.
Natalia Castro es enviada por la Oficina de rescate de patrimonio escocés para valorar la situación del castillo y ver que medidas deben implementarse como bien cultural y patrimonial que debe conservarse.
Y aquí empieza esta historia tan mona, con un punto de romanticismo, un poco de historia escocesa y un paraje impresionante de bosques y leyendas.
Un libro que se lee muy rápido, que invita a soñar pero que sin embargo para mi gusto se podía haber sacado mucho más de esta historia.
Aún así es de estos libros que te calientan el cuerpo como una taza de café dulce y humeante.

La vida es impredecible siempre, incluso cuando pisas tierra firme

Me da paz —dijo Henry con sencillez ignorando las interrupciones del fantasma. —Te da paz —repitió Prudence con una sonrisa—. Es una manera preciosa querer a alguien.