COMEDIANTES,LOS

Una de las épocas más terribles de la ya de por sí complicada historia de Haití fueron los años de dictadura de «Papa Doc» François Duvalier, un reinado del terror que se cobró decenas de miles de víctimas y se extendió desde 1957 hasta 1971. En ese escenario convulso y hostil sitúa Graham Greene a los personajes de su novela Los comediantes (1966).

Un plus de interés para quien se atreva a aventurarse en esta magnífica lectura es que The Comedians fue prohibida en Haití muy poco después de ser publicada. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores del país publicó un informe titulado Graham Greene demasqué (Graham Greene desenmascarado) donde el escritor era descrito como «Un mentiroso, un cretino, un soplón… Desequilibrado, sádico, pervertido… Un perfecto ignorante». También se le acusaba de ser un espía y un drogadicto. Definitivamente, a Papa Doc no le gustó demasiado la novela.

Aunque el protagonista y voz narradora de la novela es Brown (en muchos aspectos, el alter ego del autor), se puede afirmar que en la historia hay otros dos grandes protagonistas. Uno es Smith, un millonario idealista, ex candidato a presidente de los Estados Unidos, que pretende impulsar un proyecto filantrópico con la colaboración de las autoridades. El otro es el Jones, un simpático buscavidas, aventurero y estafador, que también llega a la isla con un ambicioso y arriesgado plan en mente.

Los tres se conocen a bordo del Medea, camino de Puerto Príncipe. Brown regresa a la isla para intentar devolver el brillo a su hotel, el Trianon, que languidece en un país donde la corrupción y la violencia han ahuyentado a los turistas. También espera reencontrarse con Marta Pineda, la mujer del embajador con la que desde hace años vive un largo y turbulento romance.

Todos ellos asistirán impotentes a la destrucción de sus sueños y sus ambiciones, que chocarán inexorablemente con la dura realidad de un mundo donde imperan el absurdo y la injusticia. Son «comediantes» que representan un papel, siempre bajo la sombra de la amenaza de los violentos Tonton Macoute, fingiendo estar por encima (y a salvo) de todo lo que les rodea.

Brown es un prototipo de personaje que se repite con frecuencia en las novelas de Greene: un hombre que se debate entre la fe y la duda, entre el catolicismo en el que fue educado y un mundo despojado de amor y buenas intenciones. No es el único ingenuo de esta historia. En esa lista hay que incluir al Dr. Magiot, fiel partidario de un marxismo que parece irreal, y al señor Smith con sus sueños utópicos vegetarianos para el mundo.

Pero también es Brown quien aporta la necesaria dosis de realismo a quienes le rodean (al fin y al cabo, es el que mejor conoce lo que sucede en esa tierra sin ley). Es él quien trata de alejar del peligro a Smith y a su esposa, ta voluntariosos como inconscientes. Pero también acaba ayudando a Jones, con quien mantiene durante toda la novela una relación que fluctúa entre la admiración y el desprecio.

Al final, todos acaban naufragando a su modo, viendo como sus esperanzas se desvanecen en el marasmo sin sentido de la realidad haitiana. Sin embargo, Los Comediantes no puede ser etiquetada como una novela pesimista. Los diálogos, las descripciones y las reflexiones de los personajes están llenas de vida y dinamismo. Sus respectivos fracasos se pueden interpretar también como un elogio a la voluntad humana. Tanto el tema de la obra como la forma de contarla son una magistral muestra del talento de Greene.
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