InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de MarioG17


MarioG17
11 May 2020
Memorias del subsuelo, de Fiódor Dostoyevski, es un libro que se preveía complicado, porque Dostoyevski siempre impone. Sin embargo, el estilo directo y afilado que al autor emplea en esta novela facilita muchísimo su lectura y la hace más que atractiva. Dividido en dos partes, habiendo en la primera solo recuerdos, filosofía e instrospección, es en la segunda donde se narra una anécdota en la que el protagonista pondrá toda su atención (además, es a partir de la segunda parte donde empezamos a encontrar diálogos, inexistentes en la primera parte).

“Soñará que un día volará a su palacio de cristal”, cantaba Bordon 4. Y sé que aparentemente no pega nada esa canción en esta reseña, pero es que Dostoyevski habla en determinado momento de un palacio de cristal, en este caso de uno que se expuso en la Exposición Universal de Londres en 1862 y a partir del cual desarrolla la segunda parte de la novela.

De Dostoyevski ya leí El jugador en segundo de bachillerato hace unos años, y le verdad es que fue de las mejores lecturas de ese curso, solo que no lo supe apreciar entonces y lo hago ahora. Memorias del subsuelo se diferencia de El jugador porque este libro tiene un cariz más personal, más de memorias, aunque no deje de tratarse de una novela.

Al comienzo del libro, el protagonista se nos presenta como un ser enfermo y malvado, tal y como pone en la cita que encabeza esta reseña. Pero con el paso de las páginas vamos descubriendo la verdadera personalidad del protagonista que, o bien no está enfermo porque se parece a nosotros… o bien nosotros lo estamos al igual que él y por eso no vemos diferencias. Salvando las distancias y sobre todo el salto de la época en que fue escrita esta novela, el personaje que nos presenta y analiza Dostoyevski es curioso a más no poder, pero no por ello pierde actualidad.

“Todo grado de conciencia es una enfermedad”, dice Dostoyevski, que por otro lado defiende de forma acérrima la razón, la cualidad que diferencia al ser humano, un ser humano del que el protagonista habla hasta la saciedad en la novela, escarbando en lo más profundo, sacando la suciedad y mostrándonosla triunfal. Y qué es el hombre despojado de deseos y voluntad, se pregunta Dostoyevski. Pues, precisamente, un despojo, respondo yo con todas las de perder.

Esta novela está plagada de referencias filosóficas en las que el protagonista nos define al hombre con dos características: es un ser bípedo e ingrato, cuyo peor defecto es tener mal carácter. Directo al grano nuestro amigo Fiódor. Esto no es raro cuando vemos que el propio protagonista se autodenomina un hombre salido del subsuelo y por ello se dispone a hacer todo aquello que muchas veces se le prohíbe al ser humano, como hablar y dar a conocer. Sin embargo, no sabemos cuándo el protagonista habla en serio y cuando en broma, él mismo lo reconoce.

Lo que claramente no es una broma es la misantropía aguda que padece el protagonista y que muestra en la segunda parte de la novela, en una reunión con antiguos compañeros a los que odia y por los que es odiado. Sin embargo, y aunque parezca mentira, dentro de nuestro enfermo y malvado protagonista hay un halo de luz, pues también convive en él el amor, como cuando entabla una conversación con una prostituta y la anima a salir de allí y crear una familia antes de que sea demasiado tarde.

Entre rencores y palacios de cristal, Dostoyevski mueve a su antojo y con gran habilidad narrativa a este protagonista y, subrepticiamente también, a los lectores.
Comentar  Me gusta         40



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(3)ver más