Todo vuelve

Érase una vez un libro escrito por Juan Gómez-Jurado, un periodista y escritor madrileño del que ya os hablé hace unos días en la reseña de Todo arde, novela anterior a esta que hoy pretendo reseñar. Un autor que desde su debut con “Espía de Dios” no ha dejado de obtener premios y galardones y se ha convertido en todo un fenómeno literario al que millones de lectores en todo el mundo siguen ya que sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas.

Érase una vez un libro, el segundo de la serie dedicada a Aura Reyes, pero que forma parte de otra de más envergadura: Reina Roja. Un libro que te atrapa desde la primera frase: “”Todo lo que Aura Reyes pretende es continuar con vida diez minutos más” y que no te suelta ni aunque hayas llegado al final, porque, en ese mismo instante, sueñas con el momento en que se publique la siguiente entrega. Porque esa frase es toda una declaración de intenciones de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de las casi seiscientas páginas que devoraremos sin contemplaciones: adrenalina en estado puro.

Érase una vez un libro que es fantasía pura para el lector, como lo fue “Todo arde”, porque los lectores, muy a menudo, soñamos con la idea de que un personaje secundario se convierta en protagonista de otra historia, de ahí que nos gusten tanto los spin-offs, aunque en este caso sea todavía más particular, porque cuando Aura Reyes aparece en Rey blanco, es casi por accidente y nunca hubiésemos apostado por ella para lo que luego nos hemos encontrado. He ahí la grandeza de Gómez-Jurado, que es capaz de sacar petróleo de las piedras.

Érase una vez un libro con un argumento contundente, porque, ¿quién se puede resistir a una fuga de la cárcel? Nadie, sobre todo porque las ayudas inesperadas nunca son altruistas. Pero esto solo será el inicio y ese viaje a la libertad, para una prófuga a la que los poderosos quieren muerta, no será gratis y el peaje que Aura Reyes tendrá que pagar es para el lector algo más que una entelequia con visos de convertirse en realidad. Viviremos con ella, así como con Sere y Mari Paz una historia apasionante,

Érase una vez un libro narrado con un vocabulario directo y efectivo, que apunta como un francotirador al lector para converirlo en su cómplice o su víctima. Con capítulos cortos, que nos dan la sensación de que avanzamos a buen ritmo, aunque sea reprimiendo las taquicardias que nos produce cada uno de los cliffhangers que nos regala al terminar cada uno de ellos. Henchido de juegos de palabras, hilarantes las más de las veces, aunque las circunstancias sean incómodas, como poco y un estilo muy cinematográfico que acrecienta en el lector la sensación de dinamismo y ligereza.

Érase una vez un libro en el que los personajes, todos, son brillantes. Cada uno tiene su terreno perfectamente abonado, están definidos hasta en sus flaquezas, construidos con mimo y minuciosidad ofreciéndonos un mapa emocional espléndido. Nunca el poder, ese que pretende pasar inadvertido, fue más elocuente o apasionante, sin restarle un ápice de turbador e inquietante.

Érase una vez un libro que, más allá que forme parte de una serie que con este ha llegado a la séptima entrega, puedes leerlo de manera independiente, con el que disfrutarás de principio a fin aunque, eso sí, si conoces los anteriores, la palabra disfrutar se te hace pequeña.
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