Reina roja

Estamos ante un libro de capítulos cortos, narrado en tercera persona pero, desde mi punto de vista, con un principio muy lento, aunque el hecho de que los capítulos sean cortos le quite pesadez a la lectura. También es cierto que a medida que vas leyendo esa lentitud del principio se va disipando

A lo largo del libro vamos conociendo, capítulo a capítulo y de manera alterna, la historia de Antonia Scott y su fiel escudero Jon Gutiérrez y como van llevando la investigación del caso, como vive la víctima, Carla Ortiz, su secuestro y como se siente el secuestrador.

La historia se divide en 3 partes y un epílogo en las que empezaremos conocociendo a los personajes y como se va desarrollando el secuestro de Carla y todas las investigaciones por conseguir rescatarla a tiempo.

Encontramos personajes con personalidades muy marcadas con los que he conseguido empatizar muchísimo. Desde Antonia Scott,una mujer con altas capacidades, que desde mi punto de vista padece el Síndrome de Asperger ya que, además de sus altas capacidades, carece de empatía y entendimiento hacia los sentimientos de los demás, pasando por Jon Gutiérrez, un buenazo, algo bruto, corpulento (no es que esté gordo 😜), vasco y gay que al principio le cuesta mucho encajar con Antonia por la forma de ser tan especial de ésta pero que al final logra empastar a la perfección con ella y finalizando por todos los secundarios resaltando a Mentor al que a veces le he cogido algo de manía y a Parra al que he llegado a odiar.

El final de la novela queda totalmente abierto por lo que el autor nos invita a leer la siguiente en orden, Loba Negra.