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Quizá las estrellas que pierde este libro se deben en su mayoría al hecho de que esta historia, por desgracia, no está completa y te queda con las ganas. Por lo demás, es genial poder leer más cosas de Austen. La historia de Emma sigue mucha de las líneas clásicas de la prosa de esta autora. Los encuentros, los bailes, los personajes con dobles intenciones, los que cambian a lo largo de la historia... muchos de los puntos recuerdan a Orgullo y Prejuicio o Sentido y Sensibilidad. Esto es a su vez bueno y malo, porque aunque nos encanta también hace la historia un tanto predecible. Como protagonista, Emma es un acierto, porque tiene su propia voz y personalidad, y no se parece al 100% a ninguna otra heroína de Austen. Es una pena no tener esta historia completa. Por suerte, nos cuentan el desenlace, sabemos qué va a pasar y cómo habría evolucionado, pero lo maravilloso de las historias de Jane Austen rara vez reside en lo que va a pasar, sino en cómo pasa, en las conversaciones y el ingenio y en una prosa elegante y cuidada. Aún así, Los Watson nos deja un buen sabor de boca de lo que pudo ser. |
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