El secreto de Olga

Hace muy poco quedé muy descontenta con un libro infantil porque no enseñaba los valores que considero que tiene que tener un libro para peques. Pues en este libro me he encontrado todos los que quería ¡y mucho más! Es un libro para menores de 12 años de esos que se te meten muy dentro.
Con la dedicatoria ya me tenía ganada: Para los que no tiran papeles al suelo.
Pero al adentrarme en sus páginas, descubrí un mundo distópico en el que los humanos hemos acabado con los bosques y el agua limpia, llenando la Tierra de basuras, hay una niña que, cada cumpleaños, de regalo simplemente quiere una semilla. Tiene una hermana enferma de los pulmones y un amigo maravilloso que la ayuda a pesar del miedo que tiene a lo desconocido.
Por el camino para conseguir sus sueños, encontraré amigos nuevos inolvidables: Caos, un perrito abandonado y Clara, una mujer que vive alejada de tanta basura, que la ayudarán en su empeño. Incluso la propia Tierra tiene unos capítulos para expresarse, como protagonista absoluta de ellos.
Un libro que merece la pena conocer, que está muy bien escrito, estructurado en capítulos muy cortos para que darle agilidad y no querer soltarlo, con personajes estupendos y una velocidad perfecta para que los niños y niñas se enganchen a la lectura. Se me olvidaba hablar de las ilustraciones, que retransmiten perfectamente los cambios de colores entre un mundo sin plantas o con ellas, son sencillas pero se nota que se han hecho con cuidado y cariño.
Ya sé que soy muy llorona, pero cierro la contraportada totalmente emocionada por lo que he leído en este último par de horas, sabiendo que ha hecho un huequito en mi corazón para siempre. Ojalá en el futuro me vuelva a sorprender con otro libro como este.
Recomiendo esta lectura a todo el mundo, de cualquier edad.