El enigma de la habitación 622

Esta es la segunda novela que leo del autor, después de la verdad sobre el caso Harry Quebert que me encantó, y la verdad, por las opiniones tan malas que veía nunca la hubiera leído. Pero salió elegida en mi club de lectura y decidí darle una oportunidad. Y acerté.

La trama gira en torno a un gran banco suizo y la sucesión de su presidencia. A priori, no llama mucho la atención, pero lo cierto es que es una lectura muy agradable, que te envuelve en sus personajes bien construidos y que da saltos entre pasado y presente, para hablarnos de diferentes sentimientos y situaciones de la vida. El tono es a ratos un poco humorístico o disparatado, lo que parece ser que no ha gustado, pero a mí me ha parecido otro registro del autor que también tiene su punto. El propio Joël Dicker aparece en el relato como sí mismo, lo que lo hace curioso. Hay también un homenaje a Suiza y la ciudad de Ginebra, se agradece un libro ambientado en un lugar poco habitual.

La trama avanza hasta una fecha concreta en la que sabemos que hubo un asesinato, pero al menos hasta la mitad del libro no sabemos siquiera quién es la víctima, ni mucho menos por qué o quien lo ha matado. Esto me ha parecido original, y da más ganas de seguir para ir descubriendo todo. Sin grandes giros, o al menos a mí no me han parecido tan sorprendentes, la verdad es que atrapa y te encariñas con los protagonistas. Quizás hubiera ganado algo con menos páginas, pero en general yo sí lo recomiendo, sabiendo que no es el estilo de siempre de Dicker, es también disfrutable.