El enigma de la habitación 622

El enigma de la habitacion 622 empieza cómo toda buena novela negra: con un asesinato. Descubrir cómo pasó nos llevará por diferentes subtramas bien hiladas y narradas incluso desde la perspectiva del mismo escritor, el cuál busca inspiración para un nuevo libro.

Lo que me gusta de este autor es las vueltas que le da a las cosas, y su magia para incluir acontecimientos rocambolescos y quizá, poco irreales, pero que a mi me encantan, creo que ese es su sello de identidad, su toque cómo escritor. El que haya leído a Dicker tiene que esperar eso: la sorpresa más absoluta y extraña, la hipótesis menos posible y la resolución de todo pero con un, ¿enserio?, (hay muchos lectores que quizá esto sea precisamente no que no les guste).

Los temas que trata la novela son variados: que estaríamos dispuestos a hacer por amor o ambición profesional, las mentiras piadosas que pueden llevar a desastres si se continuan en el tiempo, los estereotipos de una sociedad rica, las apariencias, y el conformismo.

Los capítulos alternan el pasado (para saber que sucedió) y el presente con la investigación actual. Los protoganistas nos van narrando los hechos, de esa forma podemos ver un mismo suceso desde la perspectiva de cada uno. Anastacia, Lev y Macaire son los protagonistas absolutos, aunque nos encontraremos con otros secundarios que aportan mucho a la historia.

El escritor hace un homenaje a su editor fallecido, dándole su hueco en la novela, y aportando sentimientos reales de él. El valor de la amistad y el respeto. La familia que uno elige.

El final es un cúmulo de sorpresas, con Dicker cuando crees que todo está más que resuelto, va y te pega otra vuelta de tuerca, te estruja los sesos de nuevo. Hasta la última página, no sabrás que por fin has terminado la historia.

Si os gustó "La desaparición de Stephanie Mailer" este tan bien os gustará, es muy de ese estilo.