El sacrificio de la reina

Dianne la han preparado toda su vida para ser la futura reina, ser la heredera es un gran peso, una chica que quisiera poder tener algún rato para ser normal, pero siempre hay un guardia que la vigila.

Marcus es soldado de la guardia, su trabajo se lo toma muy en serio, es gruñón, provocador y testarudo y hay un secreto que nadie debería enterarse.

La estabilidad y la paz en el reino lleva siendo un hecho desde la última gran guerra, pero un día Rogvall les declara la guerra.

Rogvall es una persona que nadie ha escuchado su nombre nunca, es un elemental y quiere que a estos se les devuelva lo que es suyo y su lugar, para ello es o la guerra o entregar a la princesa.

Pero en los momentos más oscuros siempre pueden aparecer soluciones y para ellos nuestros protagonistas acompañados de un elemental aliado irán a buscar algo que les ayude en esa guerra contra Rogvall.

Es un romantasy con una aventura y un reloj contrarreloj para encontrar una solución, con una sencillez y sin recrearse en descripciones la autora nos presenta a este mundo y a los elementos mágicos. El ritmo del libro es muy bueno, tal vez, para mi gusto los capítulos son un poco largos.

El romance es lento, partimos de la base de que entre ellos hay tensión a todos los niveles, dos personas con carácter, que no se pueden callar y menos estar lejos el uno del otro. Ellos al principio se desafían mucho, se lanzan todo tipo de pullas hasta que, poco a poco, se dejan ver al cien por cien al otro. Donde irán floreciendo esos sentimientos que han ido opacando de otras cosas.

Personajes con doble juego, doble moralidad y sospecharas de quién está detrás de todo esto.

El único pero que le podría poner es que, para mí, las soluciones de los problemas son sencillas, ojo que esto no es malo, pero me faltó algo en algunos de los conflictos.