Las dos vidas de Helena

Amores obsesivos y relaciones tóxicas que pueden llegar a destrozar vidas. La historia que nos cuenta Gloria García Carreras en su novela Las dos vidas de Helena (Ed. Letra Minúscula, 2023) es de esas que dejan huella y que el lector difícilmente olvida.

La narración se inicia por el final, con la muerte de Helena, a partir de la cual se va desgranando toda la trama. Su hija, Nicole, se ve obligada a hacerse cargo del viudo Jon, cuya existencia está en ruinas.

Nicole, que jamás se sintió querida por su madre, descubrirá el origen de su propio sufrimiento, también el del extraño trastorno mental de Helena y de los trágicos motivos que han modelado su disfuncional familia. Y también el papel que en este caos han jugado dos personas: Mark y Lilian. Todo bien aderezado con pasiones, traiciones, secretos, mentiras y mucho dolor.

El principal punto a destacar es la original estructura narrativa de esta novela. Son varias voces las que relatan la historia: Nicole, la hija de Helena, y Jon, el viudo. Ambos nos hablan en presente, pero también por medio de sus recuerdos. A ellos se suma la voz de la propia Helena con las cartas que escribió cuando presentía ya su demencia y su propia muerte. de este modo, seguimos dos líneas temporales: la actual, después de la muerte de Helena, y la de los recuerdos del pasado, donde poco a poco se explica todo.

La idea funciona, porque casi sin darse cuenta, el lector se ve inmerso en una historia apasionante y en cierto modo angustiosa. Todo cuanto se cuenta está explicado desde diferentes puntos de vista, enriqueciendo la narración y permitiéndonos profundizar más en los sentimientos y pensamientos de los personajes. Eso sí, resulta descorazonador comprobar cómo ninguno de ellos es capaz de ser feliz. Unos se acomodan en su papel de víctima, otros en el de verdugos. Y algunos de ellos, toman un poco de ambas cosas.

Ese es otro de los grandes puntos fuertes de Las dos vidas de Helena: la construcción psicológica de los personajes, realmente lograda. Gracias a eso, el lector puede meterse en la piel de cada uno de ellos e incluso comprender sus actitudes y reacciones más irracionales.

En resumen, es una novela me ha gustado mucho y que me ha mantenido pegado a sus páginas desde el principio hasta el final (un final que se puede intuir, pero que no deja de ser magnífico). Una lectura muy recomendable.
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