Érase una vez un corazón roto

Infinitamente mejor que la trilogía de Caraval. Es un enganche absoluto, con una trama y unos personajes (ay, los personajes) que consiguen que sigas pensando en ellos después de cerrar el libro. Ahora os cuento por qué tenéis que leer esta maldita maravilla, pero solo os diré algo: ¿Queréis engancharos a una historia? Ay, almas cándidas, de la cárcel se sale pero de conocer a Jacks no. Así que si buscáis un enganche del bueno, TENÉIS QUE LEER ESTO.

Y ahora los motivos (dejo ya de fangirlear #SorryNotSorry):

1. La trama engancha más que un Teletubbie a un sofá de velcro: y es que nada que ver con Caraval. Que sí, que es una historia que deriva de la trilogía y si quieres entender todo bien te recomiendo que la leas (a mí me gustó). Pero si se te hizo cuesta arriba, porque tiene sus momentos, déjala y pásate al lado oscuro conmigo. Si te gusta la magia, los misterios, las traiciones y el desconfiar hasta del perrito más achuchable ES TU HISTORIA. Aquí se desconfía hasta del vecino, así que la lectura es un constante ir y venir de teorías, especulaciones y babeos varios por cierto protagonista.

2. Los protagonistas te harán babear: porque son de lo mejorcito quebha escrito la autora. Tanto Evangeline como Jacks (llámame, Príncipe de Corazones, please) son protagonistas que te harán arrastrarte cual babosa exigiendo más escenas e interacciones. Porque leerlos es darte años de vida y disfrutarás lo más grande viendo la tensión que se desprende de la pedazo de química que hay entre los dos. Evangeline me ha gustado (aunque tiene sus cosillas y a veces me parece un poco flipada) pero AY JACKS, VEN A MÍ. de verdad, creo seriamente que este chico (o lo que sea) me tiene hechizada. Carisma, chispa, corazoncito roto y aunque es bastante mamarracho y te la juega a la mínima de cambio, yo lo compro tal cual es. Os prometo que si os animáis a conocerlo, os vais a prender de este Destino maldito y vais a opinar igual que yo (o peor, vete a saber qué pensáis, que tenéis la mente muy despierta)

3. Hay vampiros (y no brillan como un Gusiluz): brillar no brillan, pero tampoco les hace falta PORQUE NO VEAS EL POTENCIAL. Mira que estoy bastante hasta el moño de vampiros, pero aquí resultan molonguis. Son unos desgraciados con clase y eso suma puntos. No me esperaba que hiciesen acto de presencia en la trama y no veas lo bien que le viene, porque nos da unos momentazos entre los protagonistas que son CANELITA EN RAMA, AMIGXS. Cuando lleguéis a esa parte, ya me diréis, ya.

Además, se nota que la autora ha ganado seguridad, ha aprendido a concentrar la historia y darle ese puntillo de salseo que necesita una trama así. Me ha encantado la forma en la que se ha desenvuelto toda la historia y en ningún momento he sentido que se estaba estirando el chicle, que la cosa se hacía pesada o tener ganas de leer en vertical.

Y es que la historia que nos plantea Garber es una puñetera pasada. Desde unos personajes interesantísimos, pasando por un misterio interesante y una tensión no resuelta entre los protagonistas que genera salseo del bueno, es una historia que NO podéis perderos. Deseando leer su segunda parte!!