 |
Me ha encantado, Stephanie ha cerrado esta trilogía mejor que la de Caraval, en mi opinión. Era muy difícil superar La Balada de Nunca Jamás, y para mí no lo ha hecho, pero ha sido fantástico. Durante todo el libro he tenido esa sensación de estar leyendo un cuento de hadas, lo pensaba justo a los pocos capítulos de empezar y lo he mantenido durante todo el libro, y es una cosa que he adorado. Si que es cierto que empieza un poquito lento, aunque dada la situación con la que acabó el segundo, era normal. Aun así, no podía soltarlo y coge ritmo rápidamente. Este libro está hecho para que sufras con Evangeline y Jacks, es así, es un hecho, es inevitable. Y hecho para odiar a ciertos personajes. Tenemos tres puntos de vista en los capítulos, pero yo hubiese dado menos a Apollo, aunque entiendo que necesitábamos ese POV para la historia. Pero no nos engañemos, nadie quería leerle a él. Supongo que mucha gente se pregunta si hay que haberse leído Caraval para leer esta, y a ver, es un spin off de ella, el personaje de Jacks tiene una breve historia en Caraval, y allí nos explican ciertas cosinas (que aquí te dicen por encima), y tiene algún spoiler en el primer libro. En mi opinión, si no quieres leer Caraval porque no te atrae y te da igual spoilearte, puedes leerte esta sin problema, no creo que te pierdas nada. Pero si es al contrario, primero Caraval. Esta trilogía se ha convertido en una de mis favoritas, y no dudo que en un futuro me la vuelva a leer del tirón. Evangeline y Jacks se quedan ya para siempre presentes. Nota: 4,75/5 |
>
