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Puntuación: 7,5 / 10 – 3,75 estrellas de 5 Todos los juegos tienen un final. Mejor o peor, bueno o malo, pero un final. Antes de empezar, quiero poner la reseña en contexto: el primer libro me gustó bastante, aunque lo consideré una lectura que no terminó de atraerme en el momento en que lo leí; el segundo no me convenció más allá de sus líneas generales. Esta tercera parte me ha gustado bastante más que el anterior, pero no tanto como el primero. El mundo creado por Stephanie Garber es increíble y nos recuerda continuamente al realismo mágico, lleno de romance y magia en cualquier esquina. El mundo no es como lo vemos, porque puede cambiar en cualquier momento. En esta entrega nos encontramos con un lugar mucho más estable, centrados en varios palacios. En esta ocasión, se está preparando una coronación y, mientras, los Destinos van despertando, provocando dolor, sufrimiento y desazón en la población. Nos encontramos con un buen giro de trama que era un tanto previsible desde el primer libro y se genera una relación que sentí apresurada. Hay poco desarrollo y me habría gustado que se generara un amor genuino (familiar) entre ellos. Probablemente, mi pareja favorita de la trilogía son Scarlett y Julián, que han sido muy estables a lo largo del tiempo, a pesar de los altibajos. A Legend, aunque me gusta su personalidad y su forma de actuar, no le termino de ver en todo su esplendor. Su mejor momento fue cuando se produjo la liberación de los Destinos y cuando Donatella ve su habitación. Me habría gustado también que Paloma tuviera más tiempo en la trilogía, pero sus apariciones son muy importantes, así que compensa. En general, lo sentí un final acelerado, con menos desarrollo del que necesitaba, pero ha estado bastante bien. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |
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