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Como hielo en el fuego es el tercer libro que leo de la autora. Palmeras en la nieve me encantó, y el segundo no me entusiasmó, pero fue una lectura entretenida. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de este libro, me ha parecido lento y, en ocasiones, repetitivo. El libro parte tiene un inicio muy interesante, pero ha medida que avanza la historia se va desinflando. Me parece que a los dos protagonistas les falta un poco de ímpetu. Se dejan llevar por la vida y por las circunstancias; y, al final, no luchan por nada, simplemente reciben los golpes de la vida sin más. Los problemas a los que se enfrentan Attua y Cristela vienen provocados por malentendidos y enredos, muchas veces sin sentido. Por no preguntar, por no hablar con el otro, el tiempo va pasando sin que arreglen sus infortunios. Además, la autora se centra tanto en los dos personajes que deja escapar a unos secundarios mucho más interesantes. No desarrolla sus tramas, nos da pequeñas pinceladas sin profundizar y, ahí, considero que si nos hubiese contado con más detalle sus historias y los hubiese hecho más presentes en la historia, la trama hubiese mejorado muchísimo. Lo que sí puedo decir, es que es un libro muy bien escrito. Con la narración de unos paisajes que hace que te los imagines con todos los detalles lo que los personajes están viendo. En general, pasa por todos sucesos históricos de puntillas, centrándose en los sentimientos de los dos protagonistas que, a mi parecer, les ha faltado desarrollo. Durante la trama pasan varias décadas, pero los personajes se comportan igual; parece que en su carácter prácticamente no pasa el tiempo, aunque la autora indique lo contrario. Seguiré leyendo a la autora porque considero que escribe muy bien y, que es muy posible que esta historia no fuera para mí o no fuera el momento. No es la mejor obra que he leído de ella, pero me gusta su manera de narrar. |
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