Recuerda, Aisha: antes que princesas obedientes, somos mujeres. Guerreras. No importa si es con el carboncillo o con la espada... Las reglas están para romperlas.
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Recuerda, Aisha: antes que princesas obedientes, somos mujeres. Guerreras. No importa si es con el carboncillo o con la espada... Las reglas están para romperlas.
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La guerra es un juego psicológico, un pulso contra la mente del general rival en el que hay que mostrarse fuerte incluso en la debilidad.
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A veces obras maravillosas pueden empezar así, con un pequeño acto de destrucción.
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A veces son esas tiradas en desventaja las que marcan la diferencia.
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Es curioso cómo, ante la oportunidad de cambiar las cosas, los humanos optan por preservar su poder a toda costa, aunque eso suponga que otros salgan desfavorecidos.
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No tengas miedo a empezar de cero, Aisha. A veces, obras maravillosas pueden empezar así…, con un pequeño acto de destrucción.
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Es curioso como, ante la oportunidad de cambiar las cosas, los humanos optan por preservar su poder a toda costa, aunque eso suponga que otros salgan desfavorecidos.
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La guerra es un juego psicológico, un pulso contra la mente del general rival en el que hay que mostrarse fuerte incluso en la debilidad. Para ganar hay que ser inteligente, y también saber resistir los golpes.
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A veces son esas tiradas en desventaja las que marcan la diferencia.[..]Una resistencia en minoría puede cambiar el curso de una guerra.
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La gente está más ocupada en aparentar que en ser. No tienen vida privada. No se conocen a sí mismos. Son solo la proyección que los demás hacen de ellos. Es asqueroso.
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Novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson, en 1975 se titula: "En algún lugar del _________"