La amiga estupenda

Nápoles, un barrio humilde en constante transformación en los años cincuenta y dos niñas, Elena y Lila, inmersas en una compleja relación de amistad que se desarrollará en una atmósfera cargada de violencia, corrupción y una época en la que el abuso doméstico y vecinal y las consecuencias de la posguerra influirán en el transcurso de sus vidas.

La amiga estupenda es el primer libro de una tetralogía. Se desarrolla a un ritmo lento y pausado. Está narrado en primera persona por Lenú (Elena) y nos sumerge en su infancia, su época en el colegio y el gran impacto que supone para ella conocer a Lila, la que pronto se convertirá en su mejor amiga… en su obsesión.
Conocer los hechos de la historia desde el punto de vista de Lenú es bastante interesante porque, aunque no sabemos a ciencia cierta qué es lo que piensa Lila, se ve claramente la mayor parte del tiempo un contrapunto de los hechos a cómo los ve su amiga. Es ese gran contraste entre ambas lo que hace que no quieras parar de conocerlas.

La ambientación es brutal y la autora te sumerge en la opresión de ese barrio marginal de una forma maravillosa.
Hace del barrio un personaje más que, junto al resto de personajes, que no son pocos porque está lleno de familias, consigue atraparte de una forma casi mágica. Están perfectamente definidos y llegas a amarlos u odiarlos en diferentes momentos. Se les coge verdadero cariño (a casi todos).
Es una historia que sin tener grandes giros, aunque también los hay, te llega al alma por la manera en que está contada y la forma en que te implicas.
Tengo que confesar que juego con ventaja porque vi la serie en HBO antes de leerlo, pero aún así merece mucho la pena.

Quizás este primer libro sea un poco más introductorio por ser una primera parte y eso lo hace más lento pero recomiendo muchísimo empezar la saga. Sumergirse en la Nápoles de aquella época es una gozada que Elena Ferrante consigue hacer de una manera sublime.
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