La amiga estupenda

¿Seré la única en ver el título de esta novela como algo irónico? La amiga estupenda narra la infancia y adolescencia de dos amigas cuya amistad yo no definiría para nada como estupenda. Como comienzo de la tetralogía no está mal, pero he de admitir que esperaba algo más de esta historia. La amistad entre Lenù y Lila no puede definirse como la ideal, no me ha parecido una relación sana, sino más bien una amistad basada en una constante competición de demostrar quién es mejor, de envidia y de interés. No obstante, parece haber un imán que las atrae de algún modo y tengo interés en saber cómo sus vidas evolucionarán ya que, eso sí, el libro se queda en lo mejor y, ¿por primera vez en la historia?, te deja con ganas de saber más.

El estilo de Elena Ferrante es único, es lo que más he disfrutado de la novela: su narrativa. Se recrea en los detalles y en las escenas cotidianas de las vidas y rutinas de sus personajes. Tiene una prosa atrayente que invita a seguir leyendo, aunque admito que en ciertas ocasiones el ritmo de la novela peca de ser demasiado lento. Otro punto a favor de su narrativa es la ambientación. La autora nos sumerge en el Nápoles de los años 50 y refleja perfectamente una sociedad desgastada por los estragos de la segunda guerra mundial, en un barrio obrero donde muchas familias luchan por subsistir y donde todavía quedan heridas que subsanar. del mismo modo, describe a la perfección lo que implica ser mujer en la Italia de entonces, las inseguridades y miedos con los que se enfrentan niñas y jóvenes al vivir en una sociedad machista. En este aspecto, algunas escenas son realmente abrumadoras. Es por ello que creo firmemente que, aunque Elena Ferrante sea un seudónimo, esta novela ha sido escrita por una mujer, porque solo nosotras sabemos y reconocemos esos pequeños detalles que algunos pueden catalogar como insignificantes.

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