Juana la Loca: La cautiva de Tordesillas

... y no solo se halla en mi esta pasión, mas la Reina, mi señora, a quién dé Dios gloria, qué fue tan eçelente y escogida persona en el mundo, pues así mismo celosa, más el tiempo saneo a S. A , cómo plazerá a Dios que hará a mí...

En la primavera de 1504, Juana embarca otra vez en Laredo, para ir al encuentro de Felipe y de los tres hijos que había dejado en los Países Bajos, dejando con los abuelos maternos al otro hijo, Fernando.

Cuando volviera a España, dos años más tarde, lo haría como Reina de Castilla, pero no por ello sus desventuras dejarían de crecer.

Este es, la cautiva de Tordesillas, que empezó siendo Juana la desventurada, acabó como él pueblo la conocería: Juana la Loca. Y su triste historia conmovió a las gentes sencillas de su tiempo y todavía nos sigue conmoviendo. De ahí que sea uno de los personajes más populares de nuestra historia. Y no porque haya realizado alguna gran hazaña, sino precisamente porque, la voluntad inerme, fue incapaz de asumir el activo protagonismo al que, por su alto linaje, parecía destinada.