Busqué la Biblioteca pública y me cargué de libros. Al volver encendía la estufa de leña y me sentaba al calor a leer Dostoevski, a Flaubett, a Dickens.... No me faltaba de nada. Mi soledad era un enriquecimiento.
|
Busqué la Biblioteca pública y me cargué de libros. Al volver encendía la estufa de leña y me sentaba al calor a leer Dostoevski, a Flaubett, a Dickens.... No me faltaba de nada. Mi soledad era un enriquecimiento.
|
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?