La educación son los cimientos de la libertad.
|
La educación son los cimientos de la libertad.
|
Porque la orfandad, venga a la edad que venga, es de las cosas que más desbaratada deja a una.
|
La vida en esta ciudad se remueve monótona y previsible como la parábola que traza el botafumeiro. Todo va y viene, va y viene. Pero siempre desde y hacia el mismo sitio. Una y otra vez. No habrá un horizonte luminoso para mí como no me lo busque yo. Si no, al tiempo
|
...me gustan las mentes infantiles, la sensación de que nadie es nadie todavía y de que cualquiera puede llegar a ser lo que quiera.
|
La orfandad te cambia, te deja como una piedra pómez, llena de agujeros que nadie puede llenar. Absolutamente nadie. Son agujeros irremplazables. ELOÍSA ASOREY |
¿Para qué viajan Fray Guillermo y Adso a la abadía benedictina?