Arrebol

Eso me dio qué pensar. Se puede ser bueno y fallar. Se puede encajar un gol, o pararlo, y no por ello dejar de ser un gran profesional. A veces, es cuestión de suerte. No siempre que te esmeres lograrás tus objetivos. Pero, si permaneces en pie, entonces saldrás victorioso

No sé cómo me sentiré al entrar en el que fue mi hogar. El que me llevará al pasado. Lo elegí con tanto cariño que me arropó en los malos momentos y me meció en los buenos. Necesito volver.

Hay días para los que nos deberían avisar. Si tuviéramos una pequeña anticipación de lo que nos espera, los afrontaríamos de otra forma. Reservaríamos algo de energía para acometer contra esas cosas que nos van a debilitar. Ese aviso previo no ha llegado y una vez más la vida me sorprende desprevenida.

La mentira es como una droga que nos consume, aunque si dejamos de usarla nos reclama. Nos crea la necesidad de continuar utilizándola

La imagen que damos es tan importante como lo que en realidad somos. Esa imagen es lo que somos para los demás

Los recuerdos son como olas, tan pronto se van como alcanzan de nuevo la orilla, renovadas

Estamos tan confundidos que anhelamos ver a quien tanto daño nos hizo. No sabemos medir el dolor del pasado, del presente… del futuro. Cuidado con lo que deseas…

Y es que es demasiado cierto aquello de que cuanto más luchas contra algo, más lo atraes. Aquí está, a mi lado, su cuerpo templado me seduce como las olas que oigo a mi espalda. Suave, incesante, inclemente.

Cuando, por la noche, llega la pleamar, baña la puerta, ajada por el paso del tiempo, el salitre y el agua.