Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios

Mariana Enríquez me hipnotiza. No me importa haberla escuchado antes contar algunas de las anécdotas que explica en "Alguien camina sobre tu tumba", como la aventura fetichista de las catacumbas de París, porque podría pasar horas disfrutando de sus extravagancias. Me interesa incluso cuando habla de sus bandas, a pesar de no compartir gustos musicales, porque también eso lo cuenta con pasión y fanatismo. Y este libro va de eso, de su amor por los cementerios, por las leyendas que los envuelven, por las biografías de los individuos que habitan sus tierras y que las piedras y los huesos nos cuentan, y de cómo estos lugares no sólo hablan de las costumbres de la comunidad que los levantó, sino de la historia en torno a esa sociedad. Y mientras Mariana recorre el mundo sola o en compañía de amigos, para asistir a congresos literarios o a conciertos, nosotros la seguimos ensimismados en su peculiar crónica de los viajes que no es especialmente morbosa ni tétrica, sino divertida y hermosa porque está llena de anécdotas personales, curiosidades y datos históricos. Este libro es para leer con el pc o el móvil cerca y recrearse en la búsqueda de imágenes de los camposantos, los osarios, las lápidas y esculturas. Leyéndola, un cementerio se siente diferente, la muerte se ve de otro modo. ¿De qué manera nos relacionamos con la muerte? ¿Cómo ha sido abordada en otros tiempos? Me quedo con la magia que envuelve Nueva Orleans, el desasosiego del perro negro en Guadalajara, las ruinas de Carahué, los huesos de París.