La oscuridad que conoces

"La oscuridad que conoces" es un libro que me ha sorprendido desde el comienzo.
Podríamos catalogarlo dentro de la tan famosa "domestic noir", pero también la parte de thriller nos llama la atención.
Amy Engel nos trae una historia curiosa, ya que comienza por el final, y acaba por el principio. Esto nos puede chocar, pero cuando lo acabamos de leer, y hemos conocido a todos los personajes, cobra sentido.
Sus 290 páginas nos van a atrapar, ya que comienza fuerte: con el asesinato de dos niñas. En un pueblo en que todo el mundo se conoce y en el que nadie ha visto nada. Pero como siempre suele pasar en estos casos, todos nos parece que tienen algo que ocultar, y por momentos todos nos parecen los culpables.
Que la historia sea tan corta es algo que me ha gustado, ya que no da margen a que nos aburramos, ni a que haya momentos tediosos en la lectura, referentes al paisaje, sentimientos o descripciones. Su autora nos trae todo esto pero sin recrearse en ello, para que la acción no quede en un segundo plano.
La manera que tiene Amy Engel de narrar la historia me ha llamado mucho la atención. Es la perspectiva de Eve, la madre de Junie, una de la niñas asesinadas. Conoceremos como se siente, como es su vida, y sobre todo como ha sido su vida. Una infancia difícil, y con una madre de lo más peculiar, por llamarlo de alguna manera. Pero en ningún momento se deja de lado al resto de personajes, de esta manera también cobran importancia los padres de Izzy, la otra niña asesinada; Cal, el hermano de Eve, o ciertos habitantes del pueblo.
Durante toda la novela, la autora nos da pequeñas pistas sobre el desenlace. de algunas nos percataremos, pero las dejaremos de lado momentáneamente. de otras no nos daremos cuenta hasta que todo se descubre. Pero nos va a dejar con la boca abierta.
En "La oscuridad que conoces" conoceremos lo peor del ser humano, y en diversos aspectos, ya que todos los del pueblo tienen algo que aportar a ello.
Es una novela que recomiendo, de las que lees casi de un tirón y que nos deja buena sensación cuando lo acabamos.