La dama de las camelias

La dama de las Camelias es una conocida novela francesa escrita en 1848 por Alejandro Dumas (hijo). ¿Hijo? Esta coletilla que durante toda la vida y posteridad acarreó tras su nombre, no es más que el fiel reflejo de ser hijo y coetáneo de uno de los autores franceses más importantes del siglo XIX, Alejandro Dumas, creador de obras tan imperecederas como El conde de Montecristo o Los tres Mosqueteros. Con tal referente, la vida literaria de Dumas (hijo), debió ser un continuo bagaje de comparación bajo los referentes de tan imponente progenitor.

Aún así, hemos de reconocerle sus méritos por sacarse de la manga esta obra de calidad mayúscula. La dama de las camelias, narra la vida de Marguerite Gautier, dama de compañía o mujer de mala vida (prostituta hablando en claro), que intenta mantener su tren de vida, belleza y salud efímera, bajo la acusadora mirada del París más tradicional y conservador del momento. Su vida dará un giro inesperado cuando conozca a Armand Duval y se enamoren perdidamente. Poco más puedo decir del argumento sin desvelaros nada, sólo resaltar que ha trascendido como referente de conocidas obras como La traviata o Moulin Rouge.

Tanto el tipo de narrador como su estilo narrativo es único, nos muestra el final de la historia de antemano y nos acompaña a través de ella, tan sólo para conocer los porqués o motivaciones de sus protagonistas. Lectura ágil donde impera el diálogo, y epistolar en gran parte, lo que hace que nos acerquemos a los personajes de primera mano.

Personajes cargados de intensidad, excesivamente dramáticos por ocasiones, que quizá nos dejen un poco huérfanos de profundidad debido a la brevedad de la obra, pero nos acompañan en uno de los finales literarios que más me han tocado la fibra.

La ambientación es también exquisita, un alarde de audacia del autor presentándonos a un tipo de protagonista relegado o mal visto socialmente, recreándonos el ambiente que la rodea de forma fiel y verídica y tocando delicadamente temas tabú para la sociedad de la época.

No dejéis de disfrutar esta novelaza, se lee en un suspiro con sus escasas 200 páginas, y qué decir de esta preciosa edición que se ha marcado @almaeditorial...