El hombre del rey

Pura aventura con toques históricos, pero sobretodo aventura.
Tercera y última parte de las aventuras de Robin Hood o de su fiel servidor Alan.
Disfruto como un niño y tengo especial debilidad por Robin Hood desde que vi la película de dibujos animados, por cierto, es la primera película que recuerdo haber visto en un cine, y en esta serie de libros he vuelto a la infancia, a Nottinghan, con su malvado Sheriff, a los arqueros, a los asaltos de recaudadores de impuestos, pero con unos personajes más adultos, con vicios, bebedores que van a casa de mala fama y egoístas, como hombres de guerra, pero en el fondo queda la caballerosidad y camaradería.
Al final del libro, el autor nos explica la historia real o lo que se cree de ella y las licencias históricas que se ha tomado y comprobamos los personajes que existieron de verdad.
No veo muchos fallos en la historia, salvo los propios de seguir la narración y los personajes son creíbles, humanos, no superhéroes.
Un pero, ha quedado un aspecto sin resolver, el tema del padre del protagonista no queda claro, no sé si para preparar futuras aventuras.
En resumen, quien quiera aventuras y acompañar a los arqueros de verde, aquí va a gozar y como en mi caso, volver a ser un niño, sin más preocupantes, que a veces viene muy bien.