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Desde que sus padres murieron cuando él era muy pequeño, Philip "Pip" Pirrip ha vivido con su hermana y con el marido de ésta en una pequeña y empobrecida casa, bajo unas condiciones de vida desfavorables. No solo escasea la comida y demás medios para subsistir, sino que su hermana le trata de una forma muy dura e incluso cruel, lo que todo junto hace que Pip conozca de primera mano el significado de la palabra "desdicha". Un buen día, recibe una invitación por parte de la señorita Havisham para que sea el compañero de juegos de Estella, su hija adoptiva. Esto llena de esperanzas el corazón de cuantos le rodean, ya que dicha señorita posee una enorme fortuna y quizá Pip consiga algo de ella. Sin embargo, la señorita Havisham está torturada por su pasado y sus intenciones para con el muchacho no parecen muy claras. Además, Estella es una niña fría que aprovecha cualquier oportunidad para humillarle, así que Pip sale de la mansión apesadumbrado y avergonzado por su pobreza y deseando con todas sus fuerzas ser un caballero para Estella, de la cual se ha enamorado. Por ello, cuando un rico benefactor le ofrece la posibilidad de subir de nivel, Pip no duda en aceptar las directrices de ese misterioso personaje y se embarca en un viaje para convertir sus sueños en realidad. Mas el poder es peligroso y si no se anda con cuidado puede acabar hundido en la más profunda de las miserias. Grandes Esperanzas, una de las obras maestras de Charles Dickens, cuenta las aventuras y desventuras de Pip partiendo de su más tierna infancia hasta que alcanza la madurez y detalla a la perfección los entresijos de la sociedad inglesa de la época al mismo tiempo que hace un contraste entre la clase social alta y la baja. En este libro vamos a encontrar un análisis minucioso de la conducta humana, del modo en el que el dinero y la ambición pueden trastocar el camino de las personas y llevarles a cometer actos de los que luego se arrepienten. Asimismo, es una evidente crítica a la burguesía, pues en la novela los apoderados están retratados de una forma bastante decadente y burlesca en ciertas ocasiones, y también se hace una crítica del sistema judicial. En cuanto a la narración, la novela está escrita en primera persona, desde el punto de vista de Pip, lo que permite que el lector sea capaz de entender y ver lo que está ocurriendo y lo que está sintiendo el protagonista de una manera completa y personal. Además, lo que destaca muchísimo de la narración es ese tono oscuro, lúgubre que rodea todas las escenas; y no es solo por las descripciones tan góticas de los paisajes y los edificios, sino por el estado de ánimo de los personajes, ya que sus vivencias hacen que esta obra esté muy cargada emocionalmente hablando, es muy nostálgica y melancólica. El autor consigue que ese ambiente triste traspase el papel y que las imágenes aparezcan en tonalidades grisáceas y opacas, algo que es magistral. Por lo que respecta al ritmo de la novela, es pausado, va guiándote poco a poco a través del tiempo y de los acontecimientos. Además, el estilo narrativo de Dickens no es nada fácil, más si es la primera vez que lees una obra suya, y requiere una lectura lenta, asimilando lo que está queriendo transmitir. Es posible que a la primera se te escape el mensaje y que tengas que releer oraciones, lo que se debe a que es un estilo poético y que las frases tienden a ser complejas, con subordinadas y dobles negaciones. No obstante, esto queda equilibrado por los giros sorprendentes que tiene, por el misterio que hace que la historia te enganche y también porque llega un momento en que los hechos provocan que la narración cambie y el libro sea más fácil de leer. En lo referente a los personajes, tienen una personalidad muy característica y especial, captan mucho la atención. Hay personajes malos y buenos, unos son negros y otros blancos, pero entremedio de ellos están los personajes grises que tienen una mezcla muy compleja de sentimientos y valores y que son reales, como sería el caso del propio Pip. Cambian y evolucionan a medida que avanza la historia y lo más singular es que no siempre siguen una línea ascendente en ese proceso, sino que van fluctuando hasta alcanzar su destino. El protagonista, Pip, es el mejor ejemplo de lo anteriormente expuesto. Es tridimensional, está maravillosamente construido, tiene un trasfondo noble, humilde y es muy buena persona, es sencillo cogerle cariño. Sin embargo, debido a su comportamiento en momentos puntuales puede llegar a generar rechazo, aunque se vuelve a empatizar con él después. Hace gestos desinteresados, tiene ilusiones, comete errores, está lleno de dudas y no es perfecto, en definitiva, es humano. Por supuesto, de entre el resto de personajes tengo que resaltar a la señorita Havisham por lo bien que está tratado y descrito el trastorno psicológico que sufre, tanto por los pequeños detalles, los tics, la manera de expresare, como por el ambiente en el que está encerrada. Vive recluida en su mansión donde la luz natural no tiene permitida la entrada, rodeada de objetos deteriorados, roídos, con telarañas y con bichos por doquier, siendo esto un reflejo de ella misma. A mi me ha parecido una de las imágenes más impactantes de toda la novela y sobra decir que es uno de los personajes que mejor desarrollado está. Para terminar, en la edición que tengo de Alba Minus se habla de dos finales, el original y el alternativo que es el que Dickens decidió publicar. El final escogido por el autor me gusta, pero creo que el primer final que pensó va muy acorde con el tono de la historia y hubiera quedado bien. A modo de conclusión, diré que es un libro espectacular que todo, todo el mundo debería leer o por lo menos darle una oportunidad por lo temas que trata, por los personajes tan carismáticos y por la historia tan atrapante que cuenta. |
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