El buen padre

Como seguramente sabéis, entre las novedades de este mes se encuentra Indira (2023), de Santiago Díaz, publicada por la editorial Reservoir Books, lo cual ha provocado que fuera consciente de que ya no eran uno, ni dos, sino que iba camino del funesto tres los thrillers pendientes de leer de este autor que ha sorprendido y enganchado a numerosos lectores amantes del género. Me agobié, así que decidí aislarme con mi tableta dispuesta a poner remedio al asunto.

Entre mis manías de lector se incluye la de empezar siempre por el primer título —aunque sean conclusivos y puedan leerse de manera independiente— de una saga o serie de novelas que comparten protagonista, de modo que hoy os hablaré de El buen padre, tras una lectura absorbente que me ha dejado paralizada en el sillón esta mañana de domingo.

La sinopsis deja muy clara la trama principal, la cual comienza cuando la policía entra en una vivienda y se encuentra con el cuerpo de una mujer fallecida por arma blanca y el marido en la habitación contigua con la ropa manchada de sangre y el arma del crimen en la mano. Con todas las pruebas en su contra, el marido termina con sus huesos en la cárcel. Sin embargo, un año después, su padre, convencido de la inocencia de su hijo y sin nada que perder, secuestra al abogado defensor, a la juez y a una testigo de aquel juicio para, a continuación, entregarse a la policía exigiendo la reapertura del caso y la recopilación de nuevas pruebas que lleven a la excarcelación de su hijo y a la detención del verdadero culpable del homicidio. La inspectora, Indira Ramos, junto a los integrantes de su equipo de investigación, reabrirá el caso con el objetivo de descubrir la verdad en una carrera contra reloj e impedir que este «buen» padre cumpla su palabra de matar a las tres personas que mantiene secuestradas en lugares que solo él conoce.

¿Hasta dónde puede llegar un padre por amor a su hijo? A partir de esta cuestión, Santiago Díaz desarrolla una trama original, repleta de sorpresas y giros inesperados, que encaja a la perfección con otras subtramas igual de interesantes que van enlazándose y desplegándose en flashbacks de manera acertada. El resultado es una novela de acción trepidante, ritmo ágil y elevada tensión narrativa que atrapa al lector por completo, obligándole a comenzar un capítulo más, otro, y otro… y no parar hasta conocer el desenlace. Ese fue mi caso; por si fuera poco, la misma tarde comencé Las otras niñas, la segunda novela de la inspectora Indira Ramos, porque, aunque la trama de El buen padre está bien resuelta y atada, el pícaro autor deja abierta alguna pregunta en torno a la vida personal de su protagonista.

Los personajes, salvo alguna excepción, me parecieron atractivos y bien construidos. Me gustó especialmente la versión femenina del detective Adrian Monk: la inspectora —y protagonista— Indira Ramos; una mujer soltera con trastorno obsesivo-compulsivo, temor a los gérmenes y manía por el orden, pero inteligente, resolutiva y tremendamente honesta. Esas peculiaridades aportan sutiles toques de humor e instantes de solaz al lector en una trama de alto voltaje.

Hay cuestiones de tono menor que no me convencieron y que se derivan de la imagen que recreo en mi mente del padre. Aquí parece inquebrantable, capaz de sufrir lo indecible para salvar a su hijo de la cárcel, un anciano portentoso; pero anciano, al fin y al cabo. de modo que me resulta difícil creer que una persona sin entrenamiento especial pueda permanecer callada mientras le están torturando; y menos aún, el personaje que en esta novela la sufre. Asimismo, me cuesta imaginar cómo pudo el «buen» padre trasladar sin ayuda a las personas que secuestró hasta los lugares descritos, aspecto en el cual no entra el autor, sino que constituye un hecho consumado.

A pesar de estas cuestiones de tono menor, El buen padre es un thriller absorbente, de tramas complejas y brillantemente resueltas. Muy recomendable.


Enlace: https://despertaresdestonewa..