El hombre tocó el botón y el asiento abandonó su posición vertical. Se encontró a sí mismo contemplando la más cercana de las pantaletas que había justo debajo del compartimento de equipaje, aquellas palabras y números que cambiaban a medida que avanzaba el vuelo. Altitud, temperatura del aire, velocidad, hora de llegada. Quería dormir, pero siguió mirando.
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