El Susurro de las Brujas

3,8 para esta relectura que me llegó de sopetón y de la forma más tonta. Leí en su momento “El Susurro de las Brujas” … cuando estaba aún en primaria. Osea, hace como ¿18, 20 años? Si mal no recuerdo, creo que lo leí porque estaba en esa época en la que leí por primera vez los libros de Harry Potter y estaba (y sigo) muy emocionada con ellos, y este libro lo vendían como el ideal para los amantes de la saga. Si mi pobre memoria no me falla, creo que en su momento me gustó mucho, pero claro, con el paso de los años ya me había olvidado prácticamente de qué iba la historia excepto por algún detalle suelto, de hecho creo que lo tenía bastante olvidado en general. Pero hace unos días vi que una conocida bookstagramer lo estaba leyendo y me dío a mi también por volver a cogerlo. Un culo veo, culo quiero de los de toda la vida, vaya que sí. Imaginad lo olvidado que tenía este libro y el tiempo que ha pasado desde que lo leí por primera vez que ni me acordaba que tenía lugar en Navidad. de todas maneras, si os pasa como a mí que no sois muy fans de esta festividad, os aseguro que esta novela se puede leer perfectamente en cualquier época del año. Es más, aunque esté ambientada en esta época, me pega más leerla para Halloween.

Joe Binks está deseando que lleguen las navidades para disfrutar de dos semanas de vacaciones en su casa en Londres. Pero un imprevisto familiar cambiara sus planes, y Joe tendrá que tomar un tren a Canterbury para pasar las fiestas junto a su madre, su padrastro y su medio hermana Esme. Durante el viaje, el niño será testigo de una extraña situación que le hará entrar en contacto con el aquelarre de la Ortiga Seca y descubrir que la magia y las brujas existen de verdad. Pronto Joe se hará muy amigo del miembro más joven del aquelarre, Twiggy, quien le enseñara los secretos y curiosidades de su mundo. Los dos acabarán envuelto en una gran conspiración relacionada con el robo de la página del gran libro de hechizos de las brujas, el cual contiene un hechizo tan poderoso que puede destruir a la misma magia.

Nos encontramos ante una historia sencilla y hogareñas, bien repleta de nieve, mercados a medianoche, gatos negros, familiares desaparecidos, viajes en escobas que acaban traumatizadas, personajes de lo más particulares, conspiraciones brujiles y mucho té de ortigas. La historia que nos propone Anna Dale en esta ópera prima suya es tierna a rabiar y se lee en un suspiro, con una trama fácil de seguir y unos personajes encantadores. al principio de la reseña os hablaba de que este libro fue publicitado como la lectura ideal para los amantes de Harry Potter. Y debo decir que durante los dos días que lo he estado leyendo no he dejado de ver similitudes con esta saga. El tono me ha recordado muchísimo a las tres primeras entregas de las aventuras del joven mago que estudia en Hogwarts. La prosa de Anna Dale también me ha recordado mucho a la de J. K. Rowling, en el sentido de que es directa y sencilla, pero a la vez tiene un toque muy cálido que le hace muy accesible al lector. Además, en ambas historias conocemos un sistema de brujería sencillo y lleno de detalles y curiosidades, pero a la vez tiene algo profundamente encantador y estrafalario, con ciertos toques de humor y mucha originalidad. de hecho, yo diría que lo mejor de la lectura ha sido todo lo relacionado con el mundo de las brujas, su historia y los hechizos, los cuales son presentados al lector con el mismo tono dicharachero y original que podemos leer también en los libros de Rowling .

También me ha parecido un punto a su favor los personajes. Están caracterizados de una forma sencilla pero eficaz. Me ha gustado especialmente los realistas que me han resultado los dos niños protagonistas, Joe y Twiggy. Joe puede ser a ratos malhumorado y egoísta, y Twiggy es la única niña en un aquelarre formado por personas mayores que la minusvaloran, por lo que está deseosa de tener un amigo de su edad. Los dos tienen algún que otro desencuentro, lo que no impide que entre ambos se forje una bonita amistad, y que a lo largo de la historia aprendan mucho el uno de la otra. de todas formas, el mayor pero que le puedo poner a la novela es que me quedo con más ganas de saber más sobre varios personajes secundarios, como los compañeros del aquelarre de Twiggy y de otras brujas que se pasean por estas páginas. Me hubiera gustado que hubieran salido más y ver mejor las interacciones que había entre ellos, que me parecían muy interesantes. Y me pasa un poco lo mismo con Esme, la medio hermana de Joe, que me parece que es un personaje que se queda a medio gas para la importancia que acaba por tener en el desenlace y lo que prometía.

La autora consigue hacer una historia que se lee y se sigue muy bien. Pero en la que hay que estar al loro de los detalles, ya que muchos en los que uno no se percata a primera vista demuestran ser muy importantes al final. Gracias a esto la trama está muy bien llevada, y uno cierra el libro sin que quede el más mínimo nudo sin cerrar bien. Todo lo que aparece en esta historia tiene su sentido, hay muchas cosas a las cuales ,en un principio, uno les podría quitar importancia o desdeñar por pensar que son secundarias, demuestran ser fundamentales para la misma. Esto da mucha solidez a esta historia infantil y sencilla, y le da unos toques muy realistas que ayudan a meterte en la lectura. A esto también ayuda que a lo largo de las poco más de 200 páginas que componen el volumen nos encontramos con muchos descubrimientos, misterios y giros de guion que ayudan a que se mantenga siempre la intriga por la lectura y el interés que ella genera. La trama nunca decae, va avanzando compuso ligero pero firme hasta el final.

Por supuesto, se trata de una historia liviana y divertida, enfocada a un público infantil - juvenil. Pero eso no quita para que sea perfectamente disfrutable para cualquier edad, aunque los más maduritos tampoco es que nos vaya a aportar gran cosa. Y por supuesto, muy recomendable para el target al que está dirigida. Es una historia tierna y divertida, con personajes muy bien caracterizados y que nos habla de la amistad entre un niño normal y una pequeña bruja, la aceptación, el sacrificio por los demás y el valor. Una buena muestra de que no siempre hay que exponer a los más jovenes ante situaciones tristes o drámaticas para enseñarles valores. No es una obra exigente, busca entretener y tiene un tono ligero desde el minuto uno, que hace presagiar que no va a hacer sufrir a nadie más de lo necesario, y que al final todas las cosas se arreglaran de la mejor forma posible.

Un placer y una sorpresa haberme vuelto a encontrar con este viejo amigo después de tantos años. Me ha dejado muy buen sabor de boca y no en pocas ocasiones me ha sorprendido, ya que como os he dicho antes había muchos personajes y sucesos de la trama que ya no recordaba.