¿No hay más estrellas para poner? ¿De verdad? Este libro merece 10/5 ★ como mínimo. Eso sí, me dejó para el arrastre. Es un libro de esos que necesitas seguir leyendo pero te están rompiendo poco a poco y piensas guau... ¿Cómo sigo yo con esto? Pero sigues. Vaya si sigues... En cada oportunidad que tenía para leer me hundía un poquito más y con ello más ganas tenía de continuar. Cierto es que llegó un punto en el que temía el desenlace y aunque avanzaba de prisa, hubiera querido parar el tiempo. El final... El final es horriblemente emotivo y desesperado. Si durante toda la lectura he sentido ese peso en el estómago que te obliga a respirar, al final, ese peso fue un torrente de lágrimas que me hicieron sentir pequeña y necesitada. ¿Necesitada de qué? de vida, de Émile, de Joanne, de recuerdos. Es una historia tremendamente dura pero con ella he reído a carcajadas, con ella tenía una sonrisa permanente en los labios de la cuál, un día, mi hijo me preguntó porqué sonreía como una boba mientras leía y tuve que explicarle que es que son adorables y les he cogido un cariño terrible que me pasará factura. Aún sigo pensando en Émile y en Joanne. Creo que es un libro de vida, un libro de esos que te marcan y también de los que te enseñan. Un libro que no vas a olvidar jamás. + Leer más |